El testimonio de la peruana rescatada de la guerra entre Israel y Hamás

El último sábado 9 de diciembre llegaron a Lima Feker Hajabed, mujer peruana-palestina, junto con su esposo y sus tres hijos. Ella nació en Chimbote y se fue del Perú a los ocho años. Treinta después, regresaría tras huir de la guerra en Gaza.

Su familia vivía al norte de Gaza. Tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, las represalias arrasaron con toda Gaza, dejando más de 15.000 muertos y la destrucción de hospitales, escuelas y edificios.

«La vida era estable. Tenía un trabajo como empleado público. La vida de los niños era tranquila. Entramos a una segunda zona y luego nos dejaron nuevamente en una tercera zona», comentó Abel, su esposo.

Cuando recibieron la alerta de abandonar su casa ante un inminente bombardeo, Feker y su familia se unieron a miles de desplazados y viajaron al sur, dejando papeles, dinero y recuerdos atrás. Hace dos semanas, Feker y sus hijos fueron incluidos en la lista de extranjeros que podían salir de Gaza, pero su esposo no.

Frente a esa situación, la peruana se vio obligada a decidir entre mantener a su familia unida bajo el fuego del conflicto, o salvar a sus hijos y dejar atrás a su esposo. Según Abel Latif, el esposo, un hermano lo ayudó a decidir.

«Mi hermano y yo buscábamos comida, cansados. Me dijo, esto es todo, no podemos salir. Pero tus hijos sí pueden. Para que vivan, y con ellos no muera el apellido», comenta.

¿CÓMO SALIERON DE GAZA?

Feker y su familia llegaron a Kahy Yunis, al sur de Gaza, donde permanecieron hasta que los bombardeos los volvieron a alcanzar. Así, la familia decidió ir a la frontera con Egipto, donde Abdel se despidió de su mujer e hijos; sin embargo, un salvoconducto obtenido luego de gestiones diplomáticas permitió que el hombre pueda acompañarlos.

La Organización Internacional para las Migraciones pagó los pasajes rumbo a Perú y permitió poner a buen recaudo en nuestro país a Feker y su familia, quien pese a todo, lamenta haber dejado su vida y recuerdos en Gaza. «Solamente sacamos la ropa que tenemos puesta», refiere.

La pareja está instalándose en el Perú, la tierra donde nació Feker. Nahed, Yusef y la pequeña Abeer, hijos del matrimonio, deberán aprender español con prisa para retomar sus estudios aquí. Los chicos, lejos del lugar donde nacieron, en el país de su madre, tienen al fin un futuro lejos de la guerra.