Un viaje al pasado prehistórico. Descubre cómo un diente de cocodrilo de 4.5 millones de años desenterrado en España está redefiniendo lo que sabemos sobre la historia evolutiva de estos fascinantes reptiles.
Un reciente descubrimiento ha sacudido el mundo de la paleontología. En España, se ha desenterrado un diente de cocodrilo de 4,5 millones de años, probablemente perteneciente a uno de los últimos cocodrilos en Europa. Este hallazgo, realizado en un sitio llamado Baza-1 en la provincia sureña de Granada, es la evidencia más reciente de un cocodrilo jamás encontrada en Europa.
El diente descubierto data del Plioceno y apoya la idea de que los cocodrilos cruzaron desde África hace unos 6.2 millones de años. Hasta ahora, los fósiles que sugerían que los cocodrilos vagaban por el continente provenían de depósitos anteriores, incluyendo del Mioceno (23 millones a 5,3 millones de años atrás) y del inicio del Plioceno (5,3 millones a 2,6 millones de años atrás).
El diente encontrado en Baza-1 corresponde a un verdadero cocodrilo, según Bienvenido Martínez Navarro, paleontólogo del Instituto Catalán de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) y profesor investigador del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), quien co-dirigió las recientes excavaciones.
Este descubrimiento es la evidencia más reciente de un cocodrilo jamás encontrada en el registro fósil en Europa. El diente indica que el depredador se parecía a los cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus) que viven hoy en día en África.
Los cocodrilos probablemente cruzaron desde África a Europa hace unos 6.2 millones de años, justo antes de que el Mar Mediterráneo se secara durante lo que se conoce como la crisis de salinidad del Messiniense. Esta crisis fue desencadenada en parte por un evento global de enfriamiento que encerró agua oceánica en glaciares e icebergs, reduciendo los niveles del mar en unos 70 metros.
Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la historia evolutiva de los cocodrilos, sino que también nos permite entender mejor las condiciones ambientales y climáticas que prevalecían hace millones de años.
Este hallazgo es un testimonio fascinante del pasado prehistórico de Europa y ofrece una nueva perspectiva sobre la distribución geográfica y la evolución de los cocodrilos. A medida que continuamos desenterrando los secretos del pasado, podemos esperar más descubrimientos emocionantes como este en el futuro.
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