El gobierno chino sufre una crisis demográfica luego de que su tasa de natalidad continúa decreciendo.
Los gobernantes de China se enfrentan a una inminente crisis demográfica, pues la política de hijo único, con décadas de abortos forzados impuestas al pueblo, impidió el nacimiento de 200 millones de personas y ahora puede ser contraproducente según los expertos.
Y es que la enorme población de China se está reduciendo y parece ser tarde para poder hacer algo
1400 millones de personas viven vidas más largas y envejecen.
La tasa de natalidad en China ha disminuido ya que cada vez nacen menos bebés, lo que causaría un problema a futuro, a esto se le suma el desempleo en jóvenes, pues la cifra se ha disparado y es por ello que no piensan en formar una familia.
«Debemos de fomentar activamente un nuevo tipo de cultura matrimonial y de tener hijos», indicó el presidente Xi Jinping, alentando a las mujeres a casarse y tener hijos para revertir este momento.
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