Charles Darrow, el hombre cuyo nombre ha estado estrechamente ligado a la invención del Monopoly, no es la verdadera historia. Conoce aquí a la inventora.
La historia del Monopoly, uno de los juegos de mesa más icónicos y populares del mundo, es mucho más compleja de lo que la mayoría de la gente conoce. Aunque comúnmente se le atribuye su invención a Charles Darrow durante la Gran Depresión de Estados Unidos, la verdadera mente detrás de este juego es Elizabeth J. Magie Phillips, una figura cuya contribución ha sido subestimada y en gran medida olvidada por la historia oficial.
En otoño de 1902, Elizabeth Lizzie Magie Phillips, nacida en 1866 y fallecida en 1948, dio vida a lo que sería conocido como ‘El Juego del Propietario’. Aunque su nombre rara vez se asocia con el Monopoly, Magie fue la mente maestra detrás de este innovador juego de mesa. En una época en la que las mujeres rara vez eran reconocidas por sus contribuciones intelectuales, Magie desafió las expectativas y creó un juego con una profunda carga social y económica.
El ‘Juego del Propietario‘, patentado el 5 de enero de 1904, era mucho más que un simple entretenimiento. Concebido como una herramienta para educar sobre las desigualdades económicas y la concentración de la riqueza, el juego reflejaba las ideas del economista Henry George, quien argumentaba que la desigualdad en la distribución de la riqueza se originaba en la desigualdad en la propiedad de la tierra.
Magie no solo diseñó un juego de mesa entretenido, sino que también transmitió un mensaje contundente sobre las injusticias del sistema económico de su tiempo. A través de un tablero en forma de uróboro, el juego invitaba a los jugadores a moverse por un camino que simulaba la vida real, enfrentándose a decisiones financieras y a la lucha por la adquisición de propiedades.
El ‘Juego del Propietario’ presentaba elementos que más tarde se convertirían en características emblemáticas del Monopoly, como la compra y venta de propiedades, el cobro de alquileres desorbitados y la cárcel para los jugadores infractores. Sin embargo, a diferencia de la narrativa oficial del Monopoly, el verdadero origen de este juego se remonta a más de tres décadas antes de que Charles Darrow reclamara su autoría.
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