Túneles en una sinagoga de Nueva York: Todo lo que debemos saber del extraño caso

Ubicada en Crown Heights, Brooklyn, la sede mundial del movimiento Chabad-Lubavitch ha sido testigo de un giro inesperado de eventos. El descubrimiento de un túnel subterráneo, construido sin permisos, conectando el sótano de un edificio vecino con la sinagoga, desató un conflicto que revela profundas divisiones en la comunidad.

El intento de sellar el túnel, destinado a aliviar la superpoblación en el sótano de la sinagoga, generó protestas y un enfrentamiento violento con la policía. Nueve arrestos y tres citaciones por disturbios marcan el punto álgido de un conflicto que ha captado la atención local e internacional.

CHABAD-LUBAVITCH EN EL CENTRO DEL CONFLICTO

La sinagoga, más que un lugar de culto, es la sede mundial del movimiento Chabad-Lubavitch, una institución emblemática de la comunidad judía jasídica. Las profundas divisiones en la interpretación del túnel reflejan divergencias entre el liderazgo de Chabad, condenando el acto como vandálico, y un grupo de jóvenes que aseguran seguir los deseos del difunto Rebbe Menachem Mendel Schneerson.

Schneerson, líder carismático de Chabad-Lubavitch hasta su fallecimiento en 1994, es el epicentro de la discordia. Mientras el liderazgo condena el túnel, algunos jóvenes afirman estar llevando a cabo una visión de «expansión» inspirada por Schneerson.

El intento de sellar el túnel provocó violentas protestas, desencadenando un enfrentamiento con la policía. Con un camión de cemento tratando de cerrar la abertura, los partidarios del túnel dañaron la estructura de la sinagoga, resultando en nueve arrestos y tres citaciones por disturbios.

Videos compartidos en redes sociales muestran a jóvenes increpando a la policía, lanzando objetos y dispersando libros de oraciones. La policía, en un intento de controlar la situación, utilizó spray irritante. La sinagoga, ahora cerrada para una inspección de seguridad, se debate entre la incredulidad y la desilusión.

La sinagoga, sometida a una inspección de seguridad para evaluar posibles daños estructurales, enfrenta un futuro incierto. La comunidad, dividida entre la creencia en la influencia de Schneerson y la condena del túnel, aguarda los resultados de la inspección.

Mientras los fieles realizan sus oraciones afuera, bajo la llovizna, el misterio de los túneles envuelve a la sinagoga en una nebulosa de confusión. La incertidumbre persiste, dejando a la comunidad sumida en la división y la sinagoga envuelta en el velo del misterio.

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