La víctima de 59 años presenta contusiones y hematomas en el cuerpo, producto del castigo por ser señalada de practicar la brujería junto con otras siete mujeres.
Estas personas, entre ellas siete mujeres y un hombre, estuvieron privadas de su libertad por más de diez días en un caserío del distrito de Chillia y sufrieron torturas físicas.