La defensa ucraniana derribó 41 de los misiles lanzados pero la cantidad restante causó irreparables daños en las principales ciudades de Ucrania.
El embajador de Rusia ante la ONU expresó al Consejo de Seguridad que las tropas rusas no están atacando a los civiles y desestimó las acusaciones de abuso como mentiras.
El mandatario ruso consideró que será más fácil negociar con los militares que con su par, Volodimir Zelenski, y su entorno, a quienes los calificó como "banda de neonazis".