María Benito demandó a EsSalud a inicios del año pasado, debido a que la entidad le negó el derecho de rechazar el tratamiento médico que le prolongaba la vida de forma artificial.
Finalmente, María Benito, paciente que padece de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) desde hace siete años, podrá acceder a una muerte digna. Este 1 de febrero, el Poder Judicial falló a su favor: reconoció su derecho de rechazar el tratamiento médico que le prolongaba la vida de forma artificial.
A inicios del año 2023, María interpuso una demanda contra EsSalud, debido a que la entidad se negaba a reconocer su decisión de negar el ventilador que prolonga su vida y también sufrimiento.
«Para María – esta decisión del PJ – implica esa posibilidad de decidir. Ella, con la experiencia de la enfermedad y de vida, quiere tener en sus manos, el establecer de que ya no desea más el tratamiento médico», señaló a Latina Noticias uno de los abogados de Benito, Percy Castillo.
SENTENCIA FIRME E INAPELABLE Hoy, PJ reconoció el derecho a no recibir más el tratamiento médico que le prolongaba la vida de forma artificial a #MaríaBenito esta sentencia reivindica derecho de los pacientes a decidir sobre sus vidas y estable deber de respetar su voluntad. pic.twitter.com/YtqiyY1ASa
— Percy Castillo (@Percas1976) February 1, 2024
El pedido de María es un derecho que está contemplado por la Ley General de Salud, el Reglamento de la Ley de los Derechos de las Personas Usuarias de los Servicios de Salud y el Código de Ética y Deontología del Colegio Médico del Perú. Sin embargo, EsSalud se lo negó.
La principal objeción ante su pedido se basaba en una confusión de conceptos, ya que lo calificaron como una eutanasia, cuando no lo es.
«La eutanasia implica una acción activa, en ese caso el suministro de alguna droga o medicamento que procure la muerte del paciente. En el caso de María, no. Simplemente es el rechazo de seguir conectada al respirador o seguir recibiendo otro tipo de medicación que está prolongando la vida de forma artificial», explicó Castillo.
En un primer momento, EsSalud solicitó cumplir con una serie de requisitos, entre ellos, una evaluación psiquiátrica. «Los propios psiquiatras de EsSalud determinaron que María estaba lúcida, pero al final se negó el pedido. Por eso tuvimos que recurrir al Poder Judicial», explicó. Pero esto no quedó aquí.
«La demanda fue negada en primera instancia – en el PJ – sin mayores argumentos. La jueza ni siquiera quiso visitar ni tomar el testimonio directo de María, lo cual consideramos un gravísimo error porque la jueza está obligada a hacerlo». Ahora, tras un segundo pedido, María podrá acceder a una muerte digna.
Sí. Ganamos. Finalmente, una buena noticia. La justicia ha fallado a favor d MaríaBenito y su derecho a rechazar el ventilador q prolonga artificialmente su vida (y sufrimientos). Sigo procesándolo. Ha conquistado su derecho a una muertedigna. Me quedo con estos mensajes de ella. pic.twitter.com/1XGke8ty2b
— Josefina MQ.Gayoso (@Josefina_28) February 1, 2024
De acuerdo al abogado Castillo, solo faltan dos pasos para que la voluntad de María pueda llevarse a cabo: una resolución del Sétimo Juzgado Constitucional de Lima y que la sentencia sea notificada.
«Falta esta pequeña formalidad que esperamos pueda ser superada con prontitud. No queremos que nada limite la voluntad de María. A veces las formalidades constituyen escollos y es lo que queremos evitar», detalló Castillo.
Los ojos de María Benito, que ya están seriamente afectados, son el único medio por el que puede comunicarse a través de un programa especial de computadora, ya que no puede mover ningún otro músculo del cuerpo.
A pesar de ello, ella se tomó varios días para escribir un discurso que esperaba que fuera leído por Josefina Miró Quesada, parte de su defensa legal, en la última audiencia del 26 de enero. Esto se les fue negado.
En este desgarrador mensaje, Benito suplicó clemencia. «Es la única esperanza que tengo. Usted no se imagina cómo es pasar un día sin poder hacer nada, solo mover los ojos y esperar la buena voluntad de las personas que me atienden», se lee.
«Peso treinta kilos de los cincuenta y dos que tenía. Es intolerable el dolor de mis huesos con el contacto con la cama (…) Si el dolor me despierta, no tengo cómo avisar (…) Por favor, póngase en mi lugar un día».
La salud de María es cada vez más delicada. Sin embargo, su fortaleza para hacer valer sus derechos y ser escuchada la mantuvo muy pendiente de esta decisión que finalmente, se respetará, abriendo así un panorama más alentador para los pacientes que sufren de esta cruel enfermedad en nuestro país.
«Para todos los pacientes que sufren de ELA, este fallo significa la posibilidad de señalar a los médicos tratantes que ya no desean recibir medicación o ser asistido por algún equipo como respirador artificial. Es un deber el cumplir también con la voluntad del paciente», puntualizó Castillo.
Como dijo María en una oportunidad: «Dejar partir también es una forma de amar y no ser tan egoístas. La muerte es parte de la vida, pero a nadie le gusta hablar de la muerte, como si fuésemos inmortales. Si se hace justicia, porque todavía creo en ella, me gustaría irme sin darme cuenta, durmiendo».
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