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Lo que fueron dos noches mágicas para los miles de seguidores que asistieron el pasado 13 y 14 de setiembre al esperado concierto de Coldplay en Perú, para otros fueron jornadas de desilusión y frustración al haber caído en los engaños de estafadores que sin escrúpulos jugaron con los sentimientos de los fans que no pudieron conseguir un boleto para el espectáculo.

El regreso de la banda británica tuvo la acogida soñada; no obstante, un partido aparte se jugaba en los exteriores del Estadio Nacional, donde el retorno de los revendedores y timadores inundaba sus alrededores y con ello la ilusión de poder ver y escuchar a Chis Martin en vivo era más que un reto.

Por ello, agentes del grupo terna tuvieron que mimetizarse entre la multitud para dar con el paradero de estos sujetos, pues varios usuarios ya venían denunciando que habían sido estafados con cuantiosas cantidades de dinero, además del robo de celulares y pertenencias entre las extensas filas para ingresar al recinto.

Tras un rápido operativo, los efectivos pudieron detener a ‘Los fanáticos del hampa’, una banda criminal integrado por mujeres embarazadas y un menor de edad, que, no solo engañada a los incautos con entradas fraudulentas, sino que aprovechaban el tumulto para hurtar relojes, carteras y equipos móviles.

Finalmente, la Policía Nacional trasladó a los ocho delincuentes a la comisaría de Petit-Thouars, incautándoles fuertes sumas de dinero, productos de las estafas, billeteras y equipos móviles. Los agraviados pudieron recuperar lo perdido.

Mujer que llegó de Bolivia por Coldplay murió tras caer de balcón

Unos ciudadanos extranjeros arrendaron un departamento en el distrito de Miraflores para pasar su estadía en la capital limeña y así aprovechar en asistir al recital del último martes que tuvo como sede el mítico José Díaz.

Sin embargo, tras haber disfrutado del espectáculo, regresaron al domicilio para compartir una cena y beber algo. Horas más tarde y cuando ya comenzaba a amanecer, Katheryn Adelaida Llusco Villa cayó del balcón desde el sexto piso del predio, perdiendo la vida al instante.