La norma que tendrá una vigencia de 90 días, establece que la ejecución del plan de acción inmediato y de corto plazo está a cargo de Repsol y de entidades públicas.
A más de un mes del peor desastre ecológico ocurrido en las costas peruanas, el Gobierno ha declarado en emergencia ambiental el área geográfica que comprende la zona marina costera dañada por un periodo de 90 días.
El titular de la cartera del Ambiente, Rubén Ramírez, sostuvo que el objetivo de esta medida es garantizar el manejo sostenible de los territorios afectados, realizando los correspondientes trabajos de recuperación, remediación y mitigar la contaminación ambiental con el fin de proteger la salud de la ciudadanía.
Asimismo, según la Resolución Ministerial, “el derrame de petróleo crudo constituye un evento súbito y de impacto significativo sobre el ecosistema marino costero de alta diversidad biológica (fauna silvestre y recursos hidrobiológicos), y un alto riesgo para la salud pública; por lo que considera la procedencia de la Declaratoria de Emergencia Ambiental”.
Un ejecutivo de la firma española Repsol alegó que el derrame del crudo en Ventanilla afectó una superficie de 106 kilómetros cuadrados, similar al tamaño de París o casi el doble de Manhattan.
Por otro lado, aunque la empresa aseveró estar cerca de limpiar el océano, también reconoció que tendrá que monitorizar las condiciones ambientales durante varios meses; no obstante, restó importancia a cualquier efecto negativo.
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