Cuatro de los colaboradores del libro de la presidenta de la República respondieron a la Unidad de Investigación de Latina sobre su relación con la publicación y cómo se gestó.
Por Hernán P. Floríndez / @HernanInkarri
El último domingo, el reportaje “Dina Boluarte: El libro secreto”, emitido en Punto Final, reveló la existencia de un libro desconocido escrito en coautoría por la presidenta de la República. No solo fue llamativo que sea un texto especializado en Derechos Humanos -pues la Fiscalía sospecha que Boluarte y compañía los habrían violado sistemáticamente- sino que la publicación tenía un 55% de similitudes con fuentes precedentes no citadas.
¿Cómo se gestó este libro que hoy está en el ojo de la tormenta? ¿A quién se le ocurrió? ¿Cómo se escribió? ¿Para qué? ¿Quién lo financió? La Unidad de Investigación (UDI) de Latina conversó con cuatro de los coautores del libro secreto. Aunque algunos niegan cualquier relación con la obra, otros cuentan una sugerente historia.
“¿La actual presidenta? Le juro que ni enterada de esta publicación”, dijo Carmen del Pilar Rivera Tejada, abogada con más de 30 años de experiencia en el sector público, al ver su nombre en el libro junto al de Dina Boluarte.
“Yo no sabía de esta publicación. He tenido aportes en el tema, como artículos. Pero en ningún momento supe que lo habían incorporado como un texto publicado (…) Hace muchos años llevé un curso sobre Derecho Internacional Humanitario en el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, es por eso que el CAL me pide una opinión consultiva”, sostuvo Rivera.
“¿El CAL le pide textos o un artículo para este libro?”, preguntamos.
“La verdad no recuerdo, ha pasado hace tantos años (…) Pero yo no he escrito ningún libro. A lo más puede haber sido un aporte de naturaleza… como una opinión. Una consulta sobre el Derecho Internacional Humanitario. De repente le dejé un documento escrito (al CAL) (…) de todos esos coautores al único que yo conozco es a Efraín Anaya”, respondió Rivera.
Anaya es conocido en el ámbito jurídico porque coordinó la dirección de Derechos Humanos del CAL y porque llegó a ser miembro del ex Consejo Nacional de la Magistratura, aunque luego fue destituido de ese cargo al revelarse que sostuvo reuniones ilegales con postulantes a la magistratura.
Otra coautora también señaló al CAL y a Anaya como piezas fundamentales para comprender la creación del libro.
Nancy Angeludis Tomassini, jueza de la Corte Superior de Justicia de Lima, declaró vía telefónica que en 2004, Efraín Anaya como encargado de un área académica del CAL le propone a un grupo de abogados crear un libro para así ganar puntos en los próximos concursos abiertos por el desaparecido Consejo Nacional de la Magistratura.
“Él (Efraín Anaya) se encargó de hacerlo todo. Él conformó un grupo de estudio en el CAL, donde lo conocí. Él dijo a ese grupo para hacer el libro, y una de las que aceptó fui yo porque había un puntaje en la tabla (formato de evaluación del CNM) (…) Yo no tenía tiempo, yo trabajaba. Prácticamente quien hizo todo fue él (Anaya)”, dijo Angeludis. Y agregó que ella por su parte nunca incluyó esa publicación en su hoja de vida porque “no tenía la certeza” de qué tipo de trabajo académico realizó Anaya.
¿Pero hubo aportes individuales para la construcción del texto? ¿Cómo fueron los aportes?, consultamos.
“No recuerdo bien, pero creo que sí mandamos algunos apuntes porque nos reuniamos siempre. Todos aportaron un poco, pero quien aportó más fue él [Anaya]. Él hizo incluso las inscripciones en la Biblioteca Nacional”, explica la magistrada.
Por su parte, Marcial Quinto Gomero, presidente de la Corte Superior de Justicia de Áncash, además de reconocer la publicación, admitió haber aportado con artículos y la corrección del mismo.
“[¿Reconoce usted este texto publicado en el 2004?] Efectivamente, cuando postulábamos para el CNM un grupo de abogados nos asignamos algunos temitas para escribir. Fruto de eso surgió este librito”, dijo Quinto Gomero.
“¿Recuerda cuál fue su aporte en este libro?”, repreguntó nuestro corresponsal, Juan Remigio, desde Huaraz.
“Claro que sí, fue la corrección y aporte de algunos artículos de este librito”, respondió el magistrado. Cuando supo que la UDI de Latina había identificado plagio, se escudó en que eran varios coautores y quizá en su revisión no fueron rigurosos. “Rechazo el plagio, si ahora encuentro que ha existido plagio, yo rechazo”, finalizó; sin acordarse que en todo el texto, que según él estuvo bajo su propia revisión, no existe una sola cita bibliográfica ni pie de página que indique la fuente original del libro.
Otro de los coautores, Hugo Villar Mayta, argumentó que lo más probable es que hayan tomado ilegalmente su nombre en la publicación.
“¿Yo he publicado eso, cuándo? No recuerdo, ah”, dijo al ver el libro que llevamos hasta la puerta de su casa. “Han tomado mi nombre, yo no recuerdo ese libro”, reclamó. Finalmente, negó conocer a cualquiera de los coautores.
Como se ve, los coautores entrevistados coinciden en que sí existieron aportes individuales y que el objetivo de la publicación del libro era para ser más competitivos en concurso públicos para puestos de trabajo estatales.
Todo indica que quien se encargó de la recopilación de la información, publicación y, finalmente inscripción, fue el abogado Efraín Anaya Cárdenas; a quien este equipo buscó en diversos domicilios declarados por él mismo ante entidades públicas pero en las que nunca obtuvimos respuesta alguna.
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