Las conversaciones de Argentina con el FMI para reestructurar un préstamo fallido de 2018 se han visto complicadas en los últimos meses por las diferencias entre las partes sobre qué tan rápido el país debe reducir su déficit fiscal como parte de un plan económico de mediano plazo.
BUENOS AIRES, 27 ene (Reuters) – Argentina enfrenta pagos de deuda por unos 1.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los próximos días, mientras crecen la dudas sobre si la nación sudamericana cumplirá con dicho compromiso, en momentos en que mantiene tensas tratativas con el organismo para renegociar un préstamo por unos 40.000 millones de dólares.
El país, uno de los mayores productores mundiales de granos que viene batallando desde hace años varias crisis monetarias y de deuda, debe pagar al FMI unos 730 millones de dólares el viernes y otros 365 millones el martes, aunque no se han confirmado los planes de pago.
«Lo que va a pasar, lo sabremos en las próximos horas», dijo la vocera presidencial Gabriela Cerruti en una conferencia de prensa el jueves, agregando que «el Gobierno de Argentina está dispuesto a llegar a un acuerdo para pagar de manera sostenible».
El FMI no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre los pagos que se avecinan.
Las conversaciones de Argentina con el FMI para reestructurar un préstamo fallido de 2018 se han visto complicadas en los últimos meses por las diferencias entre las partes sobre qué tan rápido el país debe reducir su déficit fiscal como parte de un plan económico de mediano plazo.
Eso golpeó los precios de los bonos soberanos, algunos de los cuales cayeron por debajo de los 30 centavos por dólar.
Los políticos de más de extrema izquierda dentro de la coalición peronista gobernante también comenzaron a endurecer su retórica contra el FMI.
El jueves, cientos de personas salieron a las calles de
Buenos Aires para manifestarse contra el FMI, al que muchos culpan de las medidas que agudizaron una gran crisis económica en 2001/02 y que generó que decenas de argentinos cayeran en la pobreza.
«Lo que nosotros planteamos no es solo dejar de pagar la deuda y romper con el FMI si no reestructurar toda la economía en función de las necesidades de la mayorías», dijo Celeste Fierro, una manifestante frente al banco central argentino.
Fierro, como otros en la marcha, dijo que el país debe
no pagar sus deudas con el FMI: «Creemos en un plan integral que empieza como primera medida soberana rompiendo con el FMI y desconociendo esta deuda que es una estafa».
Vilma Ripol, referente de los movimientos de izquierda en Argentina, dijo que los pagos deben suspenderse y que el Congreso tiene que investigar la deuda con el fin de evitar que se repita la crisis económica de 2001.
«El 2001 fue un desastre el cual nos llevo años recuperarnos y habíamos pagado. Entonces, seguimos pagando y seguimos bajando todos los parámetros sociales, basta!», expresó Ripol.
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