Graves distrubios se registraron en París, Francia, durante las manifestaciones por el Día del Trabajo, cuando un grupo de protestantes lanzó proyectiles contra las fuerzas policiales, que respondieron con gases.
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La protesta, que reunió a miles de personas en el centro de la capital francesa, fue convocada por la Confederación General del Trabajo francés, uno de los grupos opositores a las medidas económicas impulsadas por el presidente Emmanuel Macron.
Otras manifestaciones, más pacíficas, se dieron en otras ciudades del planeta, como Madrid, Hong Kong, Seúl y Manila, donde diez mil personas salieron en oposición al presidente filipino Rodrigo Duterte, a quien caracterizaron como un demonio.
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