Jorgito nació hace un mes con solo 580 gramos, el peso más bajo de un recién nacido en el Hospital Rebagliati.
Jorgito es un encantador bebé que nació el pasado 15 de junio con solo 580 gramos, el peso más bajo de un recién nacido registrado hasta la fecha en el Hospital Edgardo Rebagliati de EsSalud. Sin embargo, gracias a los cuidados recibidos en el área de UCI Neonatal, logró superar al coronavirus, tal como lo hizo su madre en el área aislada de la emergencia ginecología de este establecimiento de salud.
Lissy, de 27 años, contó que cuando recibió la grata noticia de que estaba sana y que por fin conocería a su primogénito, le invadieron sentimientos de un profundo amor, esperanza, agradecimiento con el personal médico y asistencial pero sobre todo una fe inquebrantable en Dios porque, señala, cada día, vence junto a su hijo una nueva batalla que la impulsa a seguir luchando hasta que el bebé reciba el alta definitiva.
A consecuencia de una preeclampsia severa y síndrome de Hellp, su embarazo tuvo que ser interrumpido, y tras un parto complicado y de emergencia por cesárea, nació el pequeño Jorge. A pesar de la situación adversa que vivían ambos, Lissy nunca perdió fe y hoy se afianza más al comprobar que su primer hijo ya no tiene covid-19, pesa 930 gramos y el equipo multidisciplinario de EsSalud espera que siga progresando, dada su condición de prematuro extremo. El pequeño necesita de apoyo respiratorio aún.
Dura batalla
“Llegamos al hospital Rebagliati, trasferidos desde Cañete y como siempre lo digo, Dios nos mandó a un lugar donde recibimos ayuda, apoyo de ángeles humanos que han logrado que mi bebé esté con vida. Los pronósticos no eran alentadores pero hoy por hoy llegamos al mes y estamos acá dando duro a la batalla junto con los doctores del Servicio de UCI – Neonatal donde están los bebés prematuros. Para mi bebé son su segunda familia porque él -para ellos- es un hijo más. Me da mucha seguridad que lo cuiden. Me voy tranquila y feliz de verlo luego de 30 días y de saber que está en buenas manos”, refirió.
Por su parte, la doctora Marilú Pachas, del Servicio de UCI-Neonatal, explicó, que el neonato es un prematuro extremo que nació a las 23 semanas (antes de los seis meses de gestación). “Es el bebé más pequeñito nacido de una mamá con diagnóstico positivo al covid-19 y el más pequeñito que haya recibido nuestra unidad”.
Sigue con ventilación asistida
Agregó que las pruebas de hisopado determinaron que ya no existe el virus en el organismo del bebé. “Sus pulmoncitos se van recuperando”. De acuerdo a los protocolos de bioseguridad del Hospital Rebagliati, sus papás reciben informes de su salud 3 veces por semanas. Sin embargo, se programarán visitas presenciales y en otras ocasiones video llamadas. El recién nacido continua recibiendo ventilación asistida debido a su condición de extremo prematuro.
El Servicio UCI Neonatal brinda atención altamente especializada, con calidez y trato humano a todo recién nacido crítico. “Nuestro objetivo es la recuperación del bebé y su reinserción en el seno familiar y social”, resaltó por su parte la licenciada Zully Villanueva, especialista en cuidados intensivos neonatales.
Remarcó que el servicio que entregan al país es líder en América Latina, y en medio del período de Emergencia y las restricciones de visitas para evitar infecciones cruzadas, no se descuida la comunicación con los familiares. “Confíen en nosotros, tratamos que en medio de esta situación la comunicación sea fluida y sobre todo disipar sus dudas”.
El Seguro Social trabaja en la aplicación de alternativas terapéuticas orientadas a optimizar la atención del binomio madre-niño por nacer. Asimismo, la institución incentiva bajo principios éticos el desarrollo permanente de estudios científicos que conlleven a proteger con las mejores estrategias a los pacientes en esta condición de salud, que reciben atención en sus establecimientos de salud a nivel nacional.
Fuente: Andina.
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