La situación se agrava con la revelación de fallas en la nueva torre de control, inaugurada recientemente.
El Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Perú se encuentra bajo escrutinio global debido a recientes incidentes. El domingo pasado, un apagón repentino en las luces de la pista de aterrizaje detuvo 129 vuelos, dejando a más de ocho mil personas varadas. Las operaciones no se reanudaron hasta casi doce horas después.
Las investigaciones revelaron que el apagón se debió a problemas en los cables antiguos de la infraestructura de la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (CORPAC). La falta de mantenimiento adecuado y la antigüedad de los cables se señalan como las principales causas del cortocircuito. Aunque las autoridades han calificado el incidente como «fortuito», expertos insisten en la necesidad de abordar la negligencia en la gestión de la infraestructura aeroportuaria.
La situación se agrava con la revelación de fallas en la nueva torre de control, inaugurada recientemente. Documentos filtrados muestran problemas eléctricos y de seguridad, incluidos fallos en los ascensores y cortes de suministro eléctrico.
El caos en el Aeropuerto Jorge Chávez resalta la urgente necesidad de abordar las deficiencias estructurales y de seguridad en la infraestructura aeroportuaria peruana. Con eventos internacionales próximos, como la reunión principal de APEC en noviembre, es imperativo que las autoridades tomen medidas inmediatas para evitar futuros contratiempos que podrían dañar la reputación y la seguridad del país.
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