La víctima de 59 años presenta contusiones y hematomas en el cuerpo, producto del castigo por ser señalada de practicar la brujería junto con otras siete mujeres.
Una de las mujeres agredidas por la ronda campesina de Chilia, en Pataz, La Libertad, ofreció su testimonio tras estar 15 días bajo custodia, tiempo en el que, junto con otras siete mujeres, sufrieron violencia física. Las víctimas fueron acusadas por un poblador, Angelmiro Paz, de practicar brujería.
«Me colgaban y latigueaban con la punta de la hebilla, con palos y correas. Me ponían las manos atrás y me colgaron a la viga. Decían que hable, qué les iba a decir, tiene la piel morada, decían: ‘te vas a amanecer acá, si no hablas te matamos'», expresó María Ávila.
La mujer fue recibida por representantes del Ministerio de la Mujer y la Defensoría del Pueblo en Trujillo, a donde se dirigieron tras escapar de la ronda. Las autoridades recibieron solo el testimonio de Ávila y otra víctima, pues las demás habrían sido amenazadas si revelaban lo ocurrido.
En tanto, el presidente de las rondas campesinas de La Libertad, Pablo Haro, aseveró que no hay justificación para el maltrato que sufrieron las mujeres y añadió que rechazan este tipo de castigos. «Estos desalmados no pueden llamarse ronderos», sentenció.
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