También se realizaron estas diligencias en las oficinas de la institución educativa Gamaliel Churata en Puno, en donde más de 20 niños sufrieron una intoxicación tras consumir productos de Frigoinca.
El tercer despacho de la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Puno, a cargo del fiscal William Otazu Pinto, intervino las oficinas de Qali Warma, luego de que Punto Final revelara la existencia de un esquema de corrupción en el que Frigoinca, proveedora del programa social, evadiera su responsabilidad en la intoxicación de más de 20 escolares con el pago de coimas a funcionarios del sector salud.
Asimismo, se realizaron estas diligencias en las oficinas de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno, así como la institución educativa Gamaliel Churata, como parte de la investigación preliminar contra el funcionario de la Diresa, Ronald Loza, y la representante de la empresa Frigoinca, Noemí Alvarado, por la presunta comisión del delito de cohecho pasivo propio.
📢 Fiscalía Anticorrupción de Puno (3.ᵉʳ Despacho) intervino oficinas de Qali Warma, Diresa Puno, y colegio Gamaliel Churata; por investigación de presunto pago de coimas de un proveedor para evadir su responsabilidad en la intoxicación de 16 niños.
— Ministerio Público (@FiscaliaPeru) October 9, 2024
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Por su parte, la Comisión Especial Multipartidaria de Protección a la Infancia, presidida por la congresista Esmeralda Limachi, convocó al Ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Javier Demartini Montes, a una sesión conjunta con la Comisión de Fiscalización y Contraloría. La cita está pactada para el viernes 11 de octubre a las 2:00 p. m. en la sala N° 2 “Fabiola Salazar Leguía” del Edificio «Víctor Raúl Haya de la Torre».
Asimismo, la Diresa Puno anunció una investigación, en la que se busca determinar la responsabilidad del funcionario Ronald Loza, a fin de aplicar las sanciones correspondientes.
Recordemos que el último fin de semana, la Unidad de Investigación de Latina Noticias reveló en Punto Final la existencia de un esquema de corrupción en el que Frigoinca, en complicidad con funcionarios del sector salud, manipulaba pruebas y encubrían la mala calidad de sus productos.
Mediante mensajes de WhatsApp y acuerdos, representantes de la empresa lograron que las muestras de alimentos fueran cambiadas para evitar que los análisis confirmaran su responsabilidad en la intoxicación. La empresa incluso seleccionó los laboratorios que realizarían los análisis falsificados.
Uno de los personajes clave en esta trama es Noemí Alvarado, del área de ventas de Frigoinca, quien bajo órdenes directas de su jefe, Michael Burga Farro, Director Comercial de la Compañía, estuvo en constante comunicación con Ronald Loza, de la Dirección Regional de Salud. Esto para coordinar la manipulación de muestras en el incidente de intoxicación alimentaria que afectó a más de 20 niños en una escuela de Puno. A través de sobornos y acuerdos, Frigoinca logró que los análisis culparan al agua de la intoxicación en lugar de a sus productos.
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