El detenido exasesor de la extitular del Ministerio Público se acogió a la colaboración eficaz y confirmó, entre otras cosas, la veracidad de los chats y audios difundidos.
Las investigaciones acerca de la presunta organización criminal enquistada en lo más alto del Ministerio Público continúan y el testimonio de Jaime Villanueva, asesor de la suspendida fiscal Patricia Benavides, se ha convertido en un punto crucial en la búsqueda de información.
De acuerdo a fuentes consultadas por Punto Final, en el caso denominado «La fiscal y su cúpula de poder», Jaime Villanueva habría afirmado, ante el fiscal Freddy Niño Torres y los investigadores del Equipo Especial, ser un ejecutor de las órdenes de Benavides.
Villanueva brindó datos reveladores al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder y entregó su celular como prueba para respaldar sus declaraciones. La primera evidencia confirmó que Benavides usaba la aplicación de mensajería cifrada Signal para conversar en privado con su círculo de confianza.
Signal es considerado uno de los aplicativos de mensajería instantánea más seguros del mundo, pues emplea un protocolo extremo en todas sus comunicaciones. Bajo el alias de ‘Vane’, según el testimonio del exasesor, Benavides buscaba el resguardo de su identidad cuando coordinaba y ordenaba ejecutar presuntas actividades ilegales.
El teléfono de Villanueva también resulta ser clave para descifrar los entramados que abrió paso a la investigación contra la fiscal, por lo que someterá a un peritaje informático para extraer todas las evidencias digitales del dispositivo.
El proceso de análisis forense se enfoca en una detallada revisión de los registros de llamadas, e información precisa sobre fechas, horas, duración, números involucrados e incluso, en algunas instancias, la ubicación de las torres de celular utilizadas para las comunicaciones.
Este peritaje desempeñará un papel crucial para confirmar la autenticidad de las evidencias proporcionadas por Villanueva. El proceso verificará si es que las pruebas entregadas no han sido editadas y que cada conversación presentada como evidencia tenga una correlación original. En caso de que se haya eliminado algún mensaje, la pericia lo podrá detectar.
El exasesor también reveló que, aunque colaboró como un operador político, Patricia Benavides coordinaba los asuntos legales con el abogado Miguel Girao. Según Villanueva, Girao sería el operador legal de la presunta organización.
De acuerdo con la investigación del Equipo Especial, Girao, al igual que Jaime Villanueva, llegó al despacho de la fiscal en julio de 2022 para brindar servicios de asesoría. No obstante, meses después ambos fueron nombrados gerentes centrales del despacho de la Fiscalía, un puesto que, según el organigrama de la Fiscalía, no existe.
Según Villanueva, el nombramiento tuvo como fin proporcionar un aumento de sueldo a los miembros del círculo de confianza de Benavides. Tanto Girao como Villanueva, desempeñando roles de asesores, percibían un sueldo de 12.000 soles.
Cuando Patricia Benavides designó al fiscal Uriel Terán en reemplazo de Betsabeth Revilla, la fiscal que investigaba a su hermana por el presunto cobro de sobornos para exculpar a narcotraficantes, Terán solicitó el sobreseimiento de la denuncia contra la jueza Emma Benavides.
Fuentes extraoficiales dan cuenta que la información proporcionada por Villanueva sugiere la presunta presión que se intentó ejercer contra el juez César San Martín. Esto podría deberse a que, en la audiencia programada para el 11 de diciembre, el juez Juan Carlos Checkley decidirá si confirma o no el sobreseimiento de la investigación a la jueza Benavides.
Si se confirma el sobreseimiento, la Procuraduría podría apelar y la resolución de continuar o no con la investigación a Emma Benavides recaería en la sala penal permanente dirigida por César San Martín.
Coincidentemente, en agosto de 2023, la fiscal Benavides abrió una investigación previa contra San Martín por presunta intervención en el caso Fundo Oquendo, investigado en el año 2021. El objetivo, según fuentes del equipo especial, sería tener un proceso de investigación abierto para luego solicitar que el juez San Martín se inhibiera del proceso.
En las revelaciones de Villanueva, otro dato que habría proporcionado es la visita de Benavides al juez Luciano Cueva, titular de la Primera Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima. Durante esa visita, a la que también acompañó a su exjefa, la fiscal habría intentado persuadir al juez Cueva para que se confirme la medida cautelar que le otorgaron.
Jaime Villanueva tiene previsto brindar su próxima declaración ante el fiscal Niño en una semana. Mientras tanto, el coronel Harvey Colchado es el encargado de realizar la corroboración de la información proporcionada antes de que Villanueva quedara en libertad.
El testimonio de Villanueva podría desentrañar la red de corrupción que parece haber operado en la sombra, no solo de la Fiscalía. La historia recién empieza y la verdad parece emerger desde los rincones más oscuros del Ministerio Público.
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