El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social evalúa declarar en emergencia el programa Wasi Mikuna tras los casos de intoxicación en distintas regiones del país.
La reciente intoxicación de más de 100 escolares en Piura, así como de 25 en Áncash y 18 en Bagua Grande, ha generado una crisis sanitaria que pone en la mira al programa de alimentación escolar ‘Wasi Mikuna’, antes conocido como ‘Qali Warma’. Ante la gravedad de los hechos, la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Leslie Urteaga, anunció en Latina Noticias Matinal que su sector propondrá la declaratoria de emergencia del servicio y una reconfiguración de su diseño para prevenir futuros riesgos.
Urteaga explicó que el programa atiende a más del 67% de los 4.2 millones de escolares del país y que, aunque el modelo actual implica que los productos sean preparados en los propios colegios por un comité designado, las fallas en la calidad de los insumos podrían estar poniendo en peligro la salud de los menores.
La ministra reconoció que las causas de la intoxicación pueden ser múltiples, desde problemas en el almacenamiento y transporte, hasta la inadecuada manipulación en los centros educativos.
En los próximos días se espera obtener resultados de las investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Salud y la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa). La ministra Urteaga aseguró que será este organismo el encargado de identificar a los responsables de la crisis alimentaria en los colegios y determinar las sanciones correspondientes.
«Cuando tengamos la información de las investigaciones médicas de los científicos del Instituto Nacional de Salud… Espero que pronto porque eso le corresponde a Digesa… Yo creo que la próxima semana esperemos que tenga respuestas», precisó Urteaga.
Uno de los principales problemas radica en la dificultad de identificar y fiscalizar a los proveedores. Según la ministra, muchas empresas cambian constantemente de razón social, lo que dificulta el seguimiento y la rendición de cuentas. “Es una cadena que nos pone en situación de indefensión. Denunciamos a los fabricantes, pero muchos cambian de nombre y no tienen una identidad que cuidar”, sostuvo.
Además, la supervisión de los alimentos ha demostrado ser insuficiente, pues a pesar de los esfuerzos del Estado, algunos productos no cumplen con los estándares de calidad requeridos.
Mientras tanto, el Gobierno no descarta la implementación de módulos especiales para que los estudiantes reciban comida caliente y evitar el consumo de productos enlatados. Sin embargo, la incertidumbre persiste entre los padres de familia, quienes exigen respuestas y medidas concretas para garantizar la seguridad alimentaria de sus hijos en las escuelas.
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