Importantes cantidades de quinua y palta corren el mismo riesgo, indican los productores.
El estado de emergencia dispuesto por la pandemia de la COVID-19 impidió a los productores de Apurímac retirar productos agrícolas que ahorren corren el riesgo de perderse.
Esta situación se presenta en 25 mil toneladas de papa que permanecen paralizadas en la región bajo el peligro de pudrirse o ser dañados por gusanos.
Los agricultores piden que el gobierno de Apurímac compre el lote antes que se eche a perder o se les habilite un mercado. «Nosotros vivimos solo de esto», explicó el productor Wilber Aucca.
Los productores de palta y quinua pasan por una situación similar. Las autoridades regionales piden al gobierno central que los ayude a colocar los productos o autorice la compra para su entrega a las poblaciones vulnerables.
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