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Cómo mejorar tu memoria: 6 hábitos que debes cambiar ya porque la dañan

¿Sabes qué hábitos destruyen tu memoria? Descubre cómo superarlos con esta lista de seis acciones que le hacen daño. La idea es ayudarte a que no solo mantengas tu memoria, sino a mejorarla.

Cómo mejorar tu memoria: 6 hábitos que debes cambiar ya porque la dañan

Sí, seguramente tiene hábitos cotidianos que pueden afectar negativamente a tu memoria y a tu capacidad de aprendizaje. Según estudios científicos, hay factores que pueden dañar tu cerebro y reducir tu rendimiento cognitivo; directamente, tu memoria. Afortunadamente, también hay formas de prevenir y revertir estos efectos nocivos. En este artículo, te contamos seis de estos hábitos que destruyen tu memoria, cómo superarlos y no afectar tus capacidades mentales.

Lo ideal es entender que la memoria está alojado en una máquina súperpotente, llamado cerebro. Como a toda máquina, para continuar con el símil, al cerebro hay que cuidarlo, no sobreexigirle y siempre darle mantenimiento. Este listado busca, precisamente, esta serie de cuidados. Comencemos con lo que NO debemos hacer:

1. Dormir poco o mal

El sueño es fundamental para la consolidación de la memoria y el aprendizaje. Durante el sueño, el cerebro procesa y almacena la información que ha recibido durante el día. Además, el sueño favorece la eliminación de toxinas y residuos que se acumulan en el cerebro y que pueden interferir con su funcionamiento.

Por eso, dormir poco o mal puede tener consecuencias negativas para tu memoria y tu salud mental. Algunos de los efectos de la falta de sueño son:

  • Dificultad para concentrarse y prestar atención.
  • Disminución de la capacidad de razonar y resolver problemas.
  • Pérdida de creatividad e innovación.
  • Mayor riesgo de sufrir estrés, ansiedad y depresión.

Para evitar estos problemas, se recomienda dormir entre 7 y 9 horas diarias, mantener un horario regular de sueño, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse y crear un ambiente cómodo y tranquilo en el dormitorio.

2. Consumir alcohol y tabaco

El alcohol y el tabaco son sustancias que pueden alterar el funcionamiento del cerebro y afectar a la memoria. El alcohol, en dosis moderadas, puede provocar una pérdida temporal de la memoria, conocida como laguna mental. En dosis elevadas o con un consumo crónico, puede causar daños irreversibles en el cerebro, como la demencia alcohólica.

El tabaco, por su parte, reduce el flujo sanguíneo al cerebro y disminuye el aporte de oxígeno y nutrientes. Esto puede provocar un deterioro cognitivo, una mayor pérdida de memoria y un mayor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson.

Para proteger tu memoria y tu cerebro, lo mejor es evitar o reducir el consumo de alcohol y tabaco. Si necesitas ayuda para dejar estos hábitos, puedes consultar con un profesional de la salud o con un grupo de apoyo.

3. Hacer demasiadas tareas a la vez

La corteza prefrontal es una parte del cerebro que nos permite prestar atención a lo que nos rodea. Sin embargo, esta función se va debilitando con el paso del tiempo.

La multitarea es perjudicial para todo. Afecta a la memoria y sobrecarga la corteza prefrontal, reduciendo los recursos que normalmente nos ayudarían a recordar mejor”, alerta el neurocientífico Charan Ranganath, que ha pasado los últimos 25 años estudiando la ciencia de la memoria.

El académico sugiere que, para mejorar la memoria, las personas activen el modo de concentración en sus teléfonos y dediquen tiempo en sus agendas para cada tarea. “Incluye pausas para meditar, divagar, pasear al aire libre o lo que sea que te relaje. Simplemente no trates de hacer todo al mismo tiempo”, recomienda.

4. Llevar una dieta poco saludable

La alimentación es otro factor que influye en la salud de tu cerebro y de tu memoria. Una dieta poco saludable, rica en grasas saturadas, azúcares y sal, puede provocar obesidad, diabetes, hipertensión y colesterol alto. Estas condiciones pueden dañar los vasos sanguíneos del cerebro y provocar una menor irrigación y oxigenación.

Para prevenir estos problemas, se recomienda llevar una dieta equilibrada, variada y rica en alimentos que benefician al cerebro, como:

  • Frutas y verduras, que aportan vitaminas, minerales y antioxidantes.
  • Pescado azul, que contiene ácidos grasos omega-3, que mejoran la comunicación entre las neuronas.
  • Frutos secos, que contienen grasas saludables, proteínas y fibra.
  • Chocolate negro, que estimula la producción de endorfinas y mejora el ánimo.

5. No ejercitar el cerebro

El cerebro es un órgano que necesita estar en constante actividad para mantenerse sano y joven. Si no lo ejercitas, puede perder plasticidad y capacidad de adaptación. Esto puede provocar una pérdida de memoria y un envejecimiento cerebral prematuro.

Para evitar esto, se recomienda realizar actividades que estimulen el cerebro, como:

  • Leer, escribir, dibujar o tocar un instrumento musical.
  • Aprender un idioma nuevo, un deporte o una habilidad.
  • Resolver crucigramas, sudokus, rompecabezas o juegos de memoria.
  • Mantener una vida social activa y conversar con otras personas.

Estas actividades te ayudarán a mejorar tu memoria, tu atención, tu creatividad y tu inteligencia. Además, te harán sentir más feliz y satisfecho.

Como ves, existen algunos hábitos que pueden destruir tu memoria y otros que pueden mejorarla. Lo importante es que seas consciente de cómo influyen en tu cerebro y que adoptes un estilo de vida saludable que lo proteja y lo potencie. Así, podrás disfrutar de una memoria óptima y de una mayor calidad de vida.

6. Confiar demasiado en tu memoria

El mismo Ranganath, en un artículo para CNBC, reconoce que a veces le pasa lo que a muchos de nosotros: “He conocido a alguien y estaba seguro de haber memorizado su nombre, sólo para luego quedarme perplejo por mi incapacidad para recordarlo”.

Por eso, cuando nos enfrentamos a situaciones que exigen memorizar algo, como conocer a un grupo de personas nuevas o aprender una lengua diferente, el especialista nos sugiere, como primer paso, ser realistas y no pensar que podemos recordar todo lo que nos llega.

Después, debemos permitirnos equivocarnos al intentar recordar.

“En lugar de repetir de memoria, el aprendizaje es más efectivo cuando nos esforzamos por recordar algo y luego comprobamos si acertamos o no”, explica. “Por ejemplo, unos minutos después de aprender algo, hazte una prueba. Luego repite la prueba una hora más tarde. Cuanto más espacies estos intentos, mejor”, recomienda el experto.

27 febrero 2024

Actualizado el : 27 febrero 24 | 11:41 am

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