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El cerebro es uno de los órganos más importantes y complejos del cuerpo humano. Se encarga de procesar la información, regular las emociones, almacenar los recuerdos y controlar las funciones vitales. Sin embargo, con el paso del tiempo, el cerebro puede sufrir cambios que afecten su rendimiento y su salud. Estos cambios se conocen como deterioro cognitivo.

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El deterioro cognitivo puede manifestarse con síntomas cuya intensidad varía en cada caso. Las evidencias más comunes son pérdida de memoria, dificultad para concentrarse, confusión, cambios de humor y complicaciones para resolver problemas.

El deterioro cognitivo puede tener diversas causas, como enfermedades neurológicas, traumatismos craneoencefálicos, consumo de sustancias tóxicas, estrés crónico o factores genéticos.

LOS CINCO CONSEJOS

Algunos casos de deterioro cognitivo son reversibles y se pueden tratar con medicamentos o terapias. Otros casos son progresivos e irreversibles, como la enfermedad de Alzheimer o la demencia vascular.

Aunque no se puede prevenir por completo el deterioro cognitivo, existen algunos hábitos que pueden ayudar a cuidar el cerebro y a mantenerlo activo y saludable. Estos hábitos son:

• Ejercitar el cuerpo: La actividad física regular mejora la circulación sanguínea, oxigena el cerebro, reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y previene la obesidad y la diabetes. Además, el ejercicio libera endorfinas, que son sustancias que generan bienestar y reducen el estrés.

• Ejercitar la mente: El cerebro necesita estimulación constante para mantener sus conexiones neuronales y crear nuevas. Por eso, es importante realizar actividades que desafíen la mente, como leer, aprender idiomas, tocar un instrumento, resolver crucigramas o jugar juegos de estrategia.

• Alimentarse bien: La dieta influye en la salud cerebral, ya que proporciona los nutrientes esenciales para su funcionamiento. Algunos alimentos que benefician al cerebro son los frutos secos, las semillas, el pescado azul, las frutas rojas, el chocolate negro y las especias. Por el contrario, se debe evitar el consumo excesivo de azúcar, grasas saturadas, alcohol y tabaco.

• Dormir bien: El sueño es fundamental para la consolidación de la memoria, la eliminación de toxinas del cerebro y la regulación del estado de ánimo. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas diarias, mantener un horario regular de sueño, evitar las pantallas antes de dormir y crear un ambiente cómodo y oscuro en el dormitorio.

• Socializar: Las relaciones sociales son una fuente de apoyo emocional, autoestima y sentido de pertenencia. Además, interactuar con otras personas estimula el cerebro y previene la depresión y la soledad. Se aconseja mantener el contacto con familiares y amigos, participar en actividades grupales o voluntariado y conocer gente nueva.

Estos hábitos pueden mejorar la calidad de vida y retrasar el envejecimiento cerebral. Sin embargo, si se presentan signos de deterioro cognitivo, se debe consultar con un médico especialista para realizar un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento más indicado.