Este hábito está relacionado con problemas respiratorios, que suelen estar relacionados con obstrucciones nasales. Conoce más en la siguiente nota.
Aunque pueda parecer un hábito inofensivo, dormir con la boca abierta puede tener un impacto negativo en la calidad de nuestro sueño y también afectar nuestra salud bucodental. Un descanso óptimo es esencial y este comportamiento puede tener consecuencias perjudiciales para nuestra salud en general.
Dormir con la boca abierta es una de las principales causas de los ronquidos nocturnos. Este hábito está relacionado con problemas respiratorios, que suelen estar vinculados a obstrucciones nasales, de garganta o a una mala posición al dormir.
Los ronquidos pueden llevar a la apnea obstructiva del sueño, una condición que se presenta cuando los músculos de la garganta se relajan en exceso y las vías respiratorias se estrechan, lo que lleva a respirar por la boca. Esto puede provocar que el cerebro se despierte entre cinco y 30 veces para abrir las vías respiratorias por la necesidad de inhalar aire.
Otro efecto común de dormir con la boca abierta es el mayor riesgo de caries. Respirar únicamente por la boca afecta negativamente la salud bucal.
Además de los problemas dentales y los ronquidos, dormir con la boca abierta puede causar mal aliento y sequedad bucal, lo que perjudica la higiene oral. La saliva ayuda a mantener la boca húmeda y a limpiar los ácidos producidos por la placa dental. La sequedad bucal, conocida como xerostomía, puede dificultar la distribución adecuada de la saliva en la boca.
Los hábitos de sueño pueden ser difíciles de cambiar, pero existen estrategias para evitar dormir con la boca abierta:
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