Para mantener un verano más saludable y proteger su corazón, aquí te dejamos algunas prácticas recomendadas.
Las altas temperaturas registradas en este verano pueden contribuir a que el año 2024 sea uno de los más calurosos. Sin embargo, también representan una advertencia para la salud del corazón, especialmente para las personas con enfermedades cardiovasculares preexistentes.
La cardiologista Bianca Maria Prezepiorski, directora médica del Hospital Cardiológico Costantini en Curitiba, explica que los días calurosos, con temperaturas superiores a los 30 grados, pueden provocar la dilatación de los vasos sanguíneos.
Esto, a su vez, reduce la presión arterial y obliga al corazón a trabajar más para bombear la sangre, aumentando así el riesgo de eventos como infartos, accidentes cerebrovasculares, arritmias e insuficiencia cardíaca.
El calor también aumenta la transpiración, lo que puede llevar a la deshidratación. La pérdida de líquidos reduce el volumen sanguíneo, lo que exige un mayor esfuerzo al corazón para bombear sangre. Además, el cuerpo trabaja para enfriarse mediante un aumento del flujo sanguíneo hacia la piel, lo que puede acelerar la frecuencia cardíaca y ejercer una mayor carga sobre el corazón.
Para mantener un verano más saludable y proteger su corazón, aquí hay algunas prácticas recomendadas:
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