El color y el grosor de la ropa son factores determinantes para la percepción del calor, según este estudio.
Este verano 2024 ha traído consigo días agobiantes por los grados extremos de temperatura y sensación térmica registrados, alcanzando incluso valores no reportados desde el 2007. Ante esto, los peruanos buscan maneras de escapar de esta ola de calor. Diversos estudios señalan aspectos que sorprenden a más de uno, sobre el uso de ropa y bebidas en verano, que difieren de lo que muchos quizá creen.
Es súper conocido que en los días calurosos se recomienda el uso de ropa blanca o de colores claros ya que de por sí el color negro absorbe todos los rangos de luz del visible. También las bebidas heladas o frías son indudablemente las preferidas en verano debido a la frescura que representa su consumo. Sin embargo, esto no sería tan exacto.
Según un estudio de Nature, revista científica que difunde diversos hallazgos, el calor percibido también se debe al calor corporal, al grosor de la ropa y al tipo de composición de la ropa. El estudio responde a la interrogante de por qué los beduinos, grupo de habitantes de la zona norte del desierto de África, preferían el uso de prendas negras en pleno calor sofocante.
El estudio señala que las prendas blancas al no absorber el propio calor corporal generado por las altas temperaturas externas, se refleja en el cuerpo de la persona, por lo que, muy por el contrario de lo que se cree, se incrementa de esta manera el calor corporal.
A diferencia de la ropa negra, la cual sí absorbe el calor corporal, así como todos los rangos de luz visibles. Es por esto que se percibe que la tela de color negra de la ropa se calienta. El estudio señala que esto dependerá del grosor de la ropa oscura en cuestión ya que mientras más gruesa sea, absorberá más el calor en la misma tela y ya no en el cuerpo de la persona.
El estudio de la revista Nature también precisa que otro factor determinante para no sentir calor es que la ropa sea holgada, lo que provocaría que exista una separación entre la tela y la piel en donde podría circular aire refrescante.
A diferencia de lo que se acostumbra por ejemplo en Lima en verano, las culturas desérticas preferían el consumo de bebidas calientes, según el estudio de la revista Nature, debido a que posibilitan de una mejor manera la regulación de la temperatura corporal.
Según el estudio, el consumo de bebidas calientes aumentan la producción de sudor, es decir, la evaporación del calor interno, por ende esta situación compensa la sensación de calor que se produce dentro del cuerpo ante el aumento de temperatura.
Un artículo de Healthline, sitio web dedicado a la salud y al bienestar, señala en línea al estudio de Nature, que existe una gran diferencia entre lo que es fresco al paladar o al tacto y que lo realmente refresca al cuerpo.
Uno de los ejemplos que cita es el consumo del helado, el cual genera una sensación de frío solo en los primeros segundos de haber sido ingerido, precisamente en la boca, ya que esta sensación de frescura desaparece una vez que interactúa con la temperatura corporal y el fuego digestivo.
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