El atún es una de las especies marinas con mayor contenido de mercurio, junto al pez espada, el emperador, el tiburón y el lucio.
El atún en lata es un producto básico en la cocina de muchos hogares, y por una buena razón: es práctico, versátil y rico en nutrientes. Sin embargo, en los últimos años ha surgido cierta preocupación por su contenido de mercurio, un metal pesado que puede ser tóxico para la salud.
Hasta ahora, la recomendación general era limitar el consumo a dos latas de atún a la semana. Sin embargo, la ciencia ha avanzado y ahora se sabe que la cantidad segura depende de varios factores, como el peso corporal, la edad y el sexo.
Un estudio de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) analizó 21 latas de atún y encontró que el nivel medio de mercurio era inferior al límite máximo establecido por la Unión Europea. Sin embargo, el estudio también reveló que un porcentaje relativamente alto de niños y mujeres embarazadas superan el valor de ingesta semanal tolerable establecido por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).
El atún es una de las especies marinas con mayor contenido de mercurio, junto al pez espada, el emperador, el tiburón y el lucio. Este metal se encuentra en el medio ambiente de forma natural, pero su concentración aumenta debido a la contaminación industrial.
El mercurio en el atún se presenta como metilmercurio, la forma más tóxica para el sistema nervioso central, especialmente en desarrollo. Por eso, las mujeres embarazadas, los niños pequeños y las personas con problemas neurológicos son los grupos más vulnerables a sus efectos.
En general, el consumo de atún en lata es seguro para la mayoría de las personas; sin embargo, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones:
Al comprar atún en lata, es importante fijarse en el tamaño de la lata y en la información nutricional. Se recomienda optar por latas pequeñas o medianas y verificar que el contenido de mercurio sea inferior a 0,3 mg por lata.
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