Conoce qué preguntas se hacen las personas sobre su vida sexual.
En la actualidad, hablar sobre el sexo sigue siendo un tema tabú para muchas personas, sobre todo para los mayores. Sin embargo, es importante mantener una comunicación sobre la vida íntima, ya que tiene un impacto significativo en la salud y el bienestar emocional.
Es por ello que la terapeuta sexual, Lucy Beresford ha respondido siete de las preguntas más comunes y desafiantes sobre el sexo en esta etapa de la vida que normalmente las personas no se atreven a hacer.
Esto es uno de los mitos más extendidos, es que la falta de deseo sexual es una parte inevitable del envejecimiento. Sin embargo, según Beresford, cada persona es diferente y factores como el estado de salud, la relación de pareja, el estrés y los cambios hormonales pueden influir en el deseo sexual. Por ello, la comunicación abierta y honesta es fundamental para mantener una vida sexual satisfactoria.
El envejecimiento trae consigo cambios físicos, pero esto no significa que debamos dejar de sentirnos atractivos. Beresford sugiere centrarse en el autocuidado y aprender a amar y aceptar nuestros cuerpos en todas sus etapas. Además, la comunicación con la pareja para expresar nuestras inseguridades puede fortalecer la intimidad y el vínculo emocional.
La menopausia puede traer consigo sequedad vaginal y disminución de la lubricación natural, lo cual puede causar dolor durante las relaciones sexuales. Sin embargo, Beresford destaca la importancia de usar lubricantes y explorar nuevas formas de estimulación para mantener el placer y la comodidad durante el sexo.
La monotonía en las relaciones de larga duración puede afectar la pasión sexual. Para evitarlo, Beresford recomienda experimentar nuevas actividades juntos, tanto en la cama como fuera de ella. El juego previo, la exploración de fantasías y el tiempo dedicado exclusivamente a la intimidad pueden reavivar la ‘chispa ‘llama’ en una relación.
Es problema es más común de lo que se piensa y pueden generar frustración y estrés. Por ello, Beresford enfatiza la importancia de buscar ayuda profesional, como terapeutas sexuales. También es relevante recordar que el sexo va más allá de la penetración y existen otras formas de disfrutar de la intimidad.
El estrés crónico puede afectar negativamente el deseo sexual y la capacidad de disfrutar del sexo. Por eso es recomendable buscar formas saludables de reducir el estrés, como la práctica regular de ejercicio, la relajación y técnicas de respiración, y establecer límites adecuados para cuidar nuestra salud mental y emocional.
Nuestras experiencias pasadas tienen el potencial de influir en nuestra vida sexual en la mediana edad. Traumas no resueltos, relaciones tóxicas anteriores o dificultades emocionales pueden manifestarse durante el acto sexual. Uno de los consejos de Beresford es buscar asesoramiento individual o de pareja para abordar estos temas y promover una vida sexual saludable y feliz.
En conclusión, hablar abiertamente sobre el sexo es fundamental para mantener una vida sexual satisfactoria y saludable.
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