Uno de los grandes momentos mundialistas fue el partido por cuartos de final de Sudáfrica 2010 entre Uruguay y Ghana.
Los africanos empezaron ganando, pero el empate lo puso Diego Forlán de tiro libre. En la última jugada, Luis Suárez salvó con la mano un disparo hacia su arco. Se decretó el penal y el delantero fue expulsado. Para la suerte de los uruguayos, Asamoah Gyan falló el disparo desde los doce pasos.
El choque se tuvo que definir en tanda de penales. Allí, los ghaneses fallaron en dos ocasiones, para que finalmente, con gol del delantero Sebastián Abreu, quien picó su disparo, Uruguay se impuso y clasificó a las semifinales de esa Copa del Mundo.
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