Un conjunto de audios hallados en el celular de Lizeth Cruz Ruiz, pareja de Erick Moreno Hernández, alias “El Monstruo”, reveló por primera vez cómo operaba internamente una de las redes de extorsión más temidas de Lima Norte. Las grabaciones, obtenidas en exclusiva por Punto Final, muestran conversaciones directas entre ambos, en las que discuten cobros ilegales a empresas de transporte, pollerías y otros negocios, evidenciando una estructura criminal que actuaba con total impunidad.
Uno de los audios más reveladores recoge una discusión sobre si una empresa ya había pagado antes. Mientras Moreno duda, Cruz le corrige con seguridad que el cobro se realizó hace dos años. El intercambio refleja una coordinación que imitaba el funcionamiento de una empresa formal.
“¿A esta empresa le cobramos este año o el anteaño pasado?”, se escucha decir al cabecilla de Los Injertos del Cono Norte.
En otro fragmento, Cruz sugiere que habría sido mejor hacerse pasar por otra organización para encubrir sus actividades.
“Te vas a arrepentir toda tu vida (…) Voy a empezar a demostrarte mi poder”, amenaza Moreno, advirtiendo con muerte a quien no pagara lo exigido.
Las grabaciones también incluyen amenazas explícitas contra empresarios. Estas eran enviadas desde números con códigos de Brasil, aunque en realidad se emitían desde Paraguay, donde “El Monstruo” operaba en la clandestinidad. Entre las víctimas figuran empresarios que alquilan buses a reconocidas agrupaciones musicales.
“¿Qué es de don Francisco? ¿Vamos a secuestrarlo?”, expresó Moreno en una videollamada, revelando nuevos delitos atribuidos a su organización.
El material incluye además coordinaciones de posibles secuestros, atentados y compra de armas. Esto confirma que el grupo no solo se dedicaba a extorsionar, sino que estaba preparado para ejercer violencia directa.
Las conversaciones también muestran cómo Erick Moreno gestionaba el dinero ilícito mediante cuentas bancarias manejadas por personas cercanas. Se realizaron transferencias a familiares, incluida su madre, Martina Hernández de la Cruz, quien recibió más de 200 movimientos por casi S/ 90 mil. Según la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), estos fondos provenían de cuentas creadas para recolectar pagos extorsivos de más de 50 víctimas.
Lizeth Cruz cumplió un rol clave. Tras salir del Perú en 2022 rumbo a Bolivia, adoptó una identidad falsa y siguió coordinando extorsiones desde el extranjero. Sin embargo, su captura a fines de marzo marcó un punto de quiebre. Las pruebas halladas en su teléfono han sido cruciales para que las autoridades de Perú, junto con sus pares en Bolivia, Paraguay, Chile y Argentina, inicien el desmantelamiento de toda la red financiera y criminal liderada por “El Monstruo”.
