Robo de celulares tendrá pena de 30 años de cárcel: ¿funcionará para frenar la delincuencia?

Hoy en día, el robo de celulares en la capital y el resto del Perú es pan de cada día, pues las personas se sumergen en el mundo del Internet y en las calles suelen estar chateando, jugando, conversando o más a través de la pantalla de un celular.

En este reportaje de Punto Final, conoceremos al ‘Gordo Choy‘, este sujeto solamente robaba celulares de alta gama y tenía 21 iPhones robados. Este delincuente fue capturado en San Juan de Lurigancho, en donde esta semana mataron a dos personas en pleno estado de emergencia.

El ‘Gordo Choy’ decía que era técnico de celulares y negaba que estos eran robados, pero la policía ya lo tenía en la mira. Esta semana, entró en vigencia una norma que castiga hasta con 30 años de cárcel el robo de celulares usando un arma o artefacto explosivo y en vehículo motorizado como moto o carro en nuestro país. Asimismo, hasta 12 años de prisión para aquellos que adquieren, venden y compran celulares robados.

Punto Final encontró que varios delincuentes han sido capturados una y otra vez por el grupo terna del Escuadrón Verde de la policía; sin embargo, siguen delinquiendo. Por ejemplo, en el mundo del hampa existe un delincuente conocido como el ‘Negro Angustia’, pues roba a plena luz del día. Se acerca a su víctima, le conversa, se toma su tiempo y finalmente coge el celular y corre.

¿QUÉ MODELOS DE CELULARES SON LOS MÁS SOLICITADOS POR LOS DELINCUENTES?

Para la policía, un iPhone y un Samsung, son los modelos de celulares más requeridos por los delincuentes en la actualidad, asimismo, estos hampones ya no apuntan únicamente al valor comercial del equipo robado, sino que pueden ganar mucho dinero -incluso sin venderlos- por la información que contienen (cuentas bancarias, fotos íntimas, extorsión y más).

Algunos especialistas han considerado esta nueva ley como populista ya que busca frenar el incremento de las cifras de celulares robados. Ahora, más de 4 600 celulares, 3 por minuto, son robados diariamente en el Perú, la policía ya no tiene un mapa del calor delincuencial. Es decir, ya no existen zonas donde más roben, ahora pueden hacerlo en cualquier punto de Lima.