UNICEF lanzó la campaña #Soycomotú que busca promover la integración entre la infancia migrante y peruana.
Con el fin de promover la integración entre las personas que viven en el país y contribuir a erradicar sentimientos y comportamientos xenófobos que vulneran los derechos de las niñas y niños migrantes y sus familias, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) puso en marcha #SoyComoTú.
En Perú, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Venezolana 2022 (ENPOVE), hay alrededor de 450 mil niñas, niños y adolescentes nacidos en Venezuela, pero que viven en Perú. Ellos son la llamada Generación 1.5 que, sumada a los niños nacidos en territorio peruano e hijos de venezolanos, conforman el 32% de la población migrante venezolana. Es decir, el 5% de las niñas, niños y adolescentes que viven en Perú son venezolanos.
“Si a todos los niños, niñas y adolescentes que viven hoy en el Perú les va bien, al Perú le irá bien mañana”, señaló el Representante de UNICEF, Javier Alvarez, quien hace esta reflexión tras una encuesta que arroja que la gran mayoría de los niños, niñas y adolescentes migrantes no acceden plenamente al ejercicio de sus derechos.
Según la ENPOVE, 1 de cada 5 niños, niñas y adolescentes en edad de cursar la educación primaria o secundaria no asiste a la escuela. En cuanto a salud, el 62% de niños y niñas entre 0 y 5 años tienen un seguro de salud, pero entre chicos y chicas de 6 a 11 años y de 12 a 17 años solo lo tienen el 10% y 12%, respectivamente. Una realidad muy distinta a la de sus pares peruanos que en más del 90% de casos cuenta con un seguro de salud.
De acuerdo con la mirada de economistas, los niños, niñas y adolescentes migrantes que viven en Perú constituyen el nuevo bono demográfico peruano y formarán parte de la Población Económicamente Activa (PEA), que contribuirá a sostener económicamente a los grupos etarios dependientes (infancia y adultos mayores). Es por eso que Álvarez sostiene que “garantizar los derechos de la niñez es un deber ético, pero además estratégico, porque darle a la infancia la oportunidad de ejercer sus derechos es garantizar su desarrollo integral, y eso es lo más estratégico que puede hacer un país que aspira al desarrollo sostenible y a la competitividad”.
Las cifras, sin embargo, apuntan a que las condiciones de vida para niñas, niños y adolescentes migrantes constituyen otro punto de preocupación por el impacto que puede tener en su bienestar físico y emocional. En los seis meses previos a la realización de la ENPOVE el 58% de las familias migrantes con niños o adolescentes había tenido que mudarse de una vivienda a otra, y el 53% de estas familias vive en hogares que tienen solo una habitación.
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