Walter Del Pino podría ser condenado a más de 15 años de prisión.
En Ventanilla, doña Maritza, fue víctima de un ataque brutal por parte de su propio hijo, Walter Del Pino Brenner. Las secuelas físicas de la agresión son visibles: costillas rotas, fracturas, heridas profundas. Pero es el dolor emocional lo que pesa más en el corazón de doña Maritza, quien se encuentra en medio de un proceso de recuperación largo y doloroso.
El rostro de doña Maritza refleja el sufrimiento que aún la aqueja, la incredulidad ante la brutalidad de su propio hijo. A sus 39 años, Walter muestra una frialdad perturbadora al admitir sus acciones, sin mostrar señales de remordimiento.
La confrontación surgió de una demanda de dinero absurda, desencadenando un acto de violencia que dejó a doña Maritza al borde de la muerte.
La valentía de doña Maritza para denunciar a su propio hijo es un testimonio de su determinación por vivir en paz. Mientras tanto, Walter enfrenta la justicia por sus acciones, enfrentando cargos por tentativa de parricidio.
El camino hacia la recuperación para Maritza será arduo, mientras que para Walter, el peso de sus acciones podría significar años tras las rejas.
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