El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos revocó una directriz dictada por el gobierno de Joe Biden.
El gobierno de Donald Trump ha autorizado redadas de migración en lugares previamente considerados «protegidos», como las escuelas, iglesias y hospitales de Estados Unidos. Esta medida permitirá a los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) aplicar la Ley de Inmigración en estos lugares, eliminando las restricciones impuestas por administraciones anteriores.
La derogación de los límites que impedían a los agentes realizar redadas en «áreas protegidas» fue una medida adoptada por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos con el objetivo de capturar a lo que ellos denominan «criminales extranjeros». Para ello, revocó una directriz dictada por el gobierno de Joe Biden.
Esto permite las acciones de control en:
Como era de esperarse, esta decisión ha generado controversia y preocupación entre los defensores de los derechos de los inmigrantes y diversas organizaciones religiosas, que temen que estas redadas puedan crear un ambiente de miedo y desconfianza en las comunidades afectadas.
Al respecto, el internacionalista Oscar Vidarte señaló en Latina Noticias que «lo que me preocupa es que muchas veces estas redadas se desarrollan en base a la discriminación, ya que el migrante irregular es casi siempre latino, por lo que el hecho de identificar latinos, pedir papeles y hacer redadas contra latinos reflejan un acto discriminatorio contra una población».
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