Las religiosas han asumido la gestión del bar en el santuario de Estíbaliz, situado en las afueras de la ciudad de Vitoria.
Un grupo de monjas católicas reabrió un bar en un antiguo santuario en el norte de España, establecimiento donde ofrecen cerveza con la intención de compartir la fe con los visitantes sedientos que llegan al recinto románico del siglo XI.
Las religiosas, miembros de la orden de los Peregrinos de la Eucaristía, han asumido la gestión del bar en el santuario de Estíbaliz, situado en las afueras de la ciudad de Vitoria.
Este establecimiento, anteriormente operado por un grupo de monjes benedictinos, había sido administrado por una asociación local.
Los monjes habitaron el santuario desde 1923. No obstante, desde septiembre de 2022 se vieron forzados a abandonarlo debido a su avanzada edad y a su reducido número.
El año pasado, un contingente de 18 monjas asumió la responsabilidad de cuidar el santuario y atender a los peregrinos. El establecimiento, anteriormente conocido como el bar ‘Pater’, fue renombrado por las religiosas como ‘Amaren Etxea’, que significa Casa de la Madre en euskera.
Durante el primer fin de semana tras la reapertura del bar, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, las monjas portaban delantales de camareras sobre sus hábitos grises y blancos, mientras los clientes hacían fila para realizar sus pedidos.
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