Mundo en crisis: las razones por las que 2024 será un año difícil

Por Rolando Escaró, jefe de Internacionales de Latina Noticias

Israel sigue enfrascado en una guerra contra Hamás que comienza a involucrar a Irán, Líbano y a los países árabes. Estados unidos ha intervenido, pero tiene serios problemas internos que no logra resolver y Europa atraviesa un extraño viraje político lleno de protestas sociales.

Por si fuera poco, África enfrenta una severa crisis por falta de agua y Rusia se mantiene en una invasión a Ucrania que ya está por cumplir dos años. Si a este panorama le sumamos la emergencia por el cambio climático, 2024 podría ser uno de los años más difíciles de la historia de la humanidad y nos preguntamos: ¿hacia dónde se está moviendo el mundo? 

LA CRISIS DE MEDIO ORIENTE

El terrible ataque de Hamás sobre Israel desencadenó una violenta respuesta que ya deja miles de muertos y heridos. A este escenario de sumó el grupo extremista Hezbollah que, desde el Líbano e Irán, amenazó con intervenir, junto a sus aliados, y lanzar una serie de ataques sobre Israel. 

A Israel le sobran enemigos en esa región y, en ese contexto, Qatar y el príncipe heredero de Arabia Saudita condenaron la ofensiva israelí y respaldaron la creación de un estado palestino independiente con las fronteras establecidas en los acuerdos de 1967, con Jerusalén como capital.

El anunció dejó en clara la posición de dos importantes naciones árabes que, junto a los Emiratos Árabes, se han convertido prácticamente en dueñas del deporte mundial, con millonarias inversiones en Europa y Estados Unidos. Es por eso que es muy complicado entrar en desacuerdo con ellos.

ESTADOS UNIDOS ENTRE LA FALTA DE DINERO Y LAS ELECCIONES

Ante la tensión en Medio oriente, Estados Unidos reiteró su apoyo a Israel y les envió armas y dos poderosos portaviones para demostrar que van en serio. Al mismo tiempo, mantienen su promesa de un paquete de más de 60 mil millones de dólares para ayudar a Ucrania a combatir la invasión rusa.

¿Puede Estados Unidos mantener dos frentes de guerra? Para hacerlo, Joe Biden necesita una ampliación de presupuesto que aún no consigue. Hace unas semanas, el Gobierno planteó la necesidad de recortar programas de ayuda humanitaria en el mundo porque no les alcanzaba el dinero y ahora se ven en medio de dos conflictos diferentes.

Por si fuera poco, Estados Unidos también está a puertas de una elección presidencial y todo apunta a que Biden se presentará a la reelección y es posible que deba enfrentarse a Donald Trump. Sí, el mismo Donald Trump que enfrenta una serie de juicios que van desde estafa a tratar de revertir los resultados electorales y, además, fue declarado culpable de abuso sexual. 

La duda de los estadounidenses es, si a su edad, Biden tendrá la energía para dirigir a su país entre tantos conflictos o si Trump tendrá la habilidad para salir airoso de semejante tarea. Recordemos que Estados Unidos perdió miles de hombres y millones de dólares en Irak y Afganistán, así que no tienen buenos recuerdos de esa región del mundo.

RUSIA Y LA INVASIÓN QUE NO CONCLUYE

En febrero de 2024, se cumplen dos años de la invasión rusa a Ucrania. Una operación que, según Vladimir Putin, se resolvería en cuestión de días, pero que le ha terminado costando mucho más de lo que imaginó. Rusia está casi aislada del mundo, con un cerco económico internacional muy duro y con pocos aliados.

Mientras Ucrania sigue recibiendo dinero y armas de Estados Unidos y Europa, Putin parece ver la victoria cada vez más lejos. Lamentablemente, no puede dar su brazo a torcer porque no solo tendría que retirarse con una derrota, sino que terminaría de perder la credibilidad del pueblo ruso y eso acabaría con el régimen que construyó durante casi 20 años.

LA EXPANSIÓN DE CHINA

Muy cerca, el gigante China observa y se expande en silencio. Xi Jinping, en su tercer mandato consecutivo, algo que solo pudo conseguir Mao, disputa con Estados Unidos la hegemonía económica mundial, pero también enfrenta problemas tan grandes como sus ambiciones.

Por un lado, la crisis del sector inmobiliario y un crecimiento que comienza a reducirse, y también pequeñas grietas en su férrea disciplina ideológica. Es cierto que han dado un gran paso con Hong Kong y la gran duda es si, en medio de este agitado clima político mundial, terminarán por invadir Taiwán.

EL SURGIMIENTO DE LA ULTRADERECHA EN EUROPA

En el otro extremo, los países europeos enfrentan un extraño giro político a la ultraderecha. A la Italia de Georgia Meloni se le unen las duras protestas que enfrenta Macron y que a duras penas puede contener. En Finlandia y Suecia, las coaliciones de derecha siguen avanzando y en Austria, los grupos neonazis parecen crecer sin control. España, Polonia, Alemania y los Países bajos siguen el mismo camino, entre políticos nacionalistas y severas tendencias antiinmigrantes que, coincidentemente, señalan a Medio oriente y África… 

ÁFRICA SIN AGUA Y EN CONFLICTO

Muy cerca de Europa, el continente africano enfrenta graves sequías y continuos conflictos políticos. Sus 54 países parecen atrapados por la falta de agua, las diferencias sociales y los constantes golpes de estado. La situación obliga a millones de jóvenes a escapar desesperadamente y buscar oportunidades en cualquier país. Pese a tener un mercado de más de 1.200 millones de personas y abundantes recursos naturales, 22 países africanos se consideran frágiles y afectados por los conflictos.

LOS TROPIEZOS DE SUDAMÉRICA

En nuestra región las cosas no van mejor. Ecuador acaba de elegir a un presidente que estará al mando solo 18 meses para completar el Gobierno de Guillermo Lasso, que se vio obligado a renunciar y a disolver el Congreso debido a la imposibilidad de gobernar.

Paradójicamente, el partido que provocó esta crisis ha vuelto a tener mayoría y su objetivo parece ser cimentar el regreso del correísmo al poder. Hablamos del partido del expresidente Rafael Correa, prófugo en Bélgica, pero que mantiene una activa influencia política en Ecuador. 

Muy cerca, en Colombia, Gustavo Petro no logra cumplir ni encaminar ninguna de sus promesas de campaña, pero ya se ha visto envuelto en escándalos de corrupción que involucran a su hermano y a su propio hijo. 

Otro que lo pasa mal es Gabriel Boric en Chile. Desde que asumió la presidencia, su popularidad ha caído en picada. Heredó la tarea de la nueva constitución que fue rechazada en un referéndum y, luego de poner en marcha una nueva, nueva constitución, esta ya encuentra el rechazo del Congreso pese a que aún no está terminada. Más insólita, si es que se puede, es la situación de Bolivia.

El 2019, Evo Morales huyó del país en medio de acusaciones por fraude electoral y una violenta ola de protestas por su permanencia en el poder. Un año después, regresó a Bolivia como si nada hubiese pasado y su partido ya lo anunció como candidato a la presidencia para las elecciones del 2025.

La situación de Venezuela se ha vuelto aún más incierta en menos de 5 años. En 2019, el opositor Juan Guaidó fue declarado presidente encargado de Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro pasó a ser considerado ilegítimo y Estados Unidos fue el primer país en reconocerlo, a la par que endurecía las sanciones contra el régimen de Maduro.

Cuatro años después, Guaidó pasó al olvido y Estados Unidos levantó las sanciones contra el gas y el petroleo de Venezuela, exigiendo, eso sí, a Maduro elecciones democráticas en 2024. Ejemplo de esa democracia es que, tras el triunfo de María Corina Machado como candidata de oposición, el Gobierno de Maduro le recordó que está inhabilitada hasta 2030 y no puede participar.

Entre tantos enfrentamientos, invasiones, amenazas e idas y vueltas de la política mundial, el mundo enfrenta una crisis climática global sin precedentes. Las sequías e inundaciones no solo agravan las crisis humanitarias y las olas migratorias.

Los glaciares siguen desapareciendo y la producción de alimentos para 2024 está en grave peligro… Pero al parecer, los líderes mundiales estén enfocados en otros asuntos.

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