El Comité Nobel Noruego señaló que se tomó la decisión de otorgar este reconocimiento a los hibakusha con el fin de destacar el hecho de que no se ha utilizado un arma nuclear en casi 80 años.
El Premio Nobel de la Paz 2024 ha sido otorgado a la organización japonesa Nihon Hidankyo, formada por los hibakusha, como se conoce a los sobrevivientes de los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki. Este reconocimiento resalta los esfuerzos de esta organización por la abolición de las armas nucleares y su activismo en favor de un mundo libre de este tipo de amenazas.
Nihon Hidankyo se fundó en 1956 y desde entonces ha trabajado incansablemente para sensibilizar sobre los peligros de las armas nucleares, utilizando los testimonios de los llamados hibakusha para recordar al mundo el horror de estos ataques. Se calcula que hoy aún viven unos 140.000 sobrevivientes de estos atentados, que rondan los 80 años de edad.
El Comité Nobel Noruego señaló que se tomó la decisión de otorgar este reconocimiento a los hibakusha con el fin de destacar el hecho de que no se ha utilizado un arma nuclear en una guerra en casi 80 años, aunque también reconoció que este premio es concedido en un momento en que «este tabú contra el uso de armas nucleares está bajo presión».
“Un día, los sobrevivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki ya no estarán entre nosotros como testigos de la historia”, dijo el comité al anunciar su decisión en Oslo el viernes.
“Pero con una fuerte cultura de la memoria y un compromiso continuo, nuevas generaciones en Japón están llevando adelante la experiencia y el mensaje de los testigos”, añadió.
Alrededor de 80.000 personas murieron en el acto cuando Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Tres días después, EE.UU. lanzó una segunda bomba sobre Nagasaki, matando a unas 70.000 personas. En los años siguientes, decenas de miles de personas murieron en ambas ciudades por la radiación de la explosión.
Los miles de supervivientes, muchos de los cuales sufrieron graves lesiones y enfermedades por radiación, pasaron a ser conocidos como hibakusha, que se traduce como «personas afectadas por la bomba».
«Todavía siento miedo de que se me puedan manifestar las consecuencias de la radioactividad y morir en cualquier momento», le dice a BBC Mundo Yasuaki Yamashita, un sobreviviente de Nagasaki que tenía 6 años el día de la explosión y que hoy, a sus 81 años, vive en México.
Las heridas físicas, el temor a que los efectos de la radiación pudieran ser contagiosos y los traumas psicológicos de los hibakusha llevaron a que muchos comenzaran a ser discriminados por su condición. «La gente temía que los sobrevivientes tuvieran una enfermedad contagiosa», recuerda Yamashita.
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