Khin Aung se salvó de milagro tras salir de la obra minutos antes del colapso. Su hermano y otros compañeros siguen atrapados bajo los escombros del rascacielos derrumbado por el terremoto.
La desesperación y la incertidumbre se apoderan de las familias de los obreros atrapados en el derrumbe de un rascacielos en Bangkok. Khin Aung, un trabajador de origen birmano, logró salvarse por segundos, pero su hermano y muchos de sus amigos siguen desaparecidos bajo las ruinas de la construcción de 30 pisos destinada a oficinas gubernamentales.
El viernes a la 1:00 p.m., Khin Aung terminó su turno y salió de la obra. Veinte minutos después, un potente sismo, con epicentro en Birmania, sacudió la capital tailandesa y redujo el edificio a escombros. «Todo pasó en un parpadeo», recuerda. Su hermano, en cambio, acababa de ingresar a la construcción cuando ocurrió la tragedia.
El desastre ha dejado más de mil muertos en Birmania y al menos diez en Bangkok, pero el saldo de víctimas podría aumentar. Los equipos de rescate trabajan sin descanso entre los restos de la estructura, tratando de encontrar sobrevivientes sin provocar nuevos colapsos que pongan en riesgo más vidas.
Khin Aung intentó comunicarse con su hermano y sus compañeros tras el sismo. «Hice una videollamada, solo un amigo respondió. No pude ver su cara, solo lo escuché correr», relata. «Seguí en la llamada hasta que la conexión se cortó y el edificio colapsó». Desde entonces, no ha vuelto a saber nada de su hermano.
Las autoridades estiman que al menos cien trabajadores quedaron atrapados en la estructura derrumbada. Hasta el momento, han confirmado cinco muertos, mientras que otros veinte han sido trasladados a hospitales, aunque aún no se sabe si el hermano de Khin Aung está entre ellos. «Si está en el hospital, hay esperanza. Si sigue bajo los escombros, no hay ninguna», lamenta.
En medio de la angustia, otras familias también buscan respuestas. Chanpen Kaewnoi, una mujer tailandesa de 39 años, espera noticias de su madre y hermana, quienes estaban dentro del edificio cuando este se desplomó. «Espero encontrarlas. Todavía tengo fe, aunque solo sea un 50%», dijo con voz quebrada, mientras los rescatistas continúan removiendo los restos de la tragedia.
Con información de AFP
Te puede interesar:
También te puede interesar