Con un video difundido por el Kremlin, el presidente ruso Vladimir Putin apareció por primera vez desde que el grupo paramilitar Wagner se rebeló contra su régimen.
Rusia parece volver a la normalidad tras la rebelión contra el régimen del presidente Vladimir Putin que encabezó el grupo paramilitar Wagner el último fin de semana. Este lunes, el mandatario ruso apareció por primera vez tras la rebelión para dar un discurso.
En un video publicado por el Kremlin, Putin se pronunció durante un foro dirigido a jóvenes y llamado «Ingenieros del futuro». Allí, felicitó a las empresas que garantizaron «el funcionamiento estable» ante los «varios desafíos externos».
Luego de la crisis, el gobierno ruso levantó las medidas de seguridad que se habían instaurado en Moscú durante las 24 horas en las que el Grupo Wagner, liderado por el multimillonario Yevgueni Prigozhin, puso en jaque la imagen de Vladimir Putin.
Esta iniciativa fue tomada por el alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobianin, frente a la ausencia de «amenazas para la vida» de los moscovitas. Asimismo, dio gracias a la «calma y comprensión» de los habitantes de su ciudad.
En cuanto al «régimen de operación antiterrorista», que se activó en Moscú y Voronezh, para combatir al Grupo Wagner, también fue suspendido por las autoridades rusas.
Los mercenarios empezaron a atacar objetivos del ejército ruso, que curiosamente fue el que los contrató para invadir Ucrania. Según Prigozhin, líder del Grupo Wagner, su objetivo “no es un golpe militar sino una marcha por la justicia”.
El último fin de semana, los rebeldes no solo tomaron la ciudad de Rostov, sino también anunciaron haber derribado aviones de la fuerza rusa.
Acusaron al Kremlin de bombardear campamentos del Grupo Wagner, ocasionando la muerte de aproximadamente 2 000 de sus hombres. Estos ataques, percibidos por los mercenarios como una respuesta agresiva por parte del ejército ruso, conllevaron a una escalada en el conflicto y, prácticamente, una declaración de guerra a Vladimir Putin.
La situación en Rusia es extremadamente delicada. Las declaraciones de Prigozhin, la toma de la ciudad de Rostov y los enfrentamientos con las fuerzas armadas rusas produjeron un clima de incertidumbre y crisis interna. La posibilidad de un golpe de Estado y una guerra civil es una amenaza latente, lo que representa una gran preocupación no solo para el gobierno ruso, sino también para la comunidad internacional.
Desde el exterior, se observa con atención los acontecimientos en Rusia, consciente de las posibles consecuencias que esto podría tener a nivel global. El conflicto entre el gobierno ruso y el Grupo Wagner plantea una serie de interrogantes sobre el futuro político y la estabilidad del país liderado por Vladimir Putin.
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