Es la primera vez en la historia de Colombia que antiguos integrantes del Ejército, incluido un general, reconocen su responsabilidad en crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad.
Se trata de la misma cárcel donde se registró un violento motín en septiembre, en medio de lo que el Gobierno ha calificado como una pugna entre bandas.
Mandatario dispuso un gran despliegue de las fuerzas del orden en la zona.