La organización criminal exportaba lingotes de oro ilegal a países como la India, Hong Kong y los Emiratos Árabes Unidos.
El 44% del oro ilegal en toda Sudamérica proviene del Perú y las operaciones suelen ser acompañadas por el deterioro ambiental en zonas de alta biodiversidad.
La mujer buscaba trasladar el oro de dudosa procedencia desde Juliaca a Lima.