Las mujeres ya encabezan casi la mitad de los hogares cubanos, según estadísticas gubernamentales, y constituyen más del 60% de los profesionales en el país caribeño.
LA HABANA, 30 mar (Reuters) – El Gobierno cubano está buscando apoyo para un nuevo código de familias que abriría la puerta al matrimonio entre parejas del mismo sexo y promovería los derechos de las mujeres, pero una encuesta reciente y expertos sugieren que un próximo referendo puede no ser aprobado.
El tibio respaldo a las reformas sociales, que choca con la arraigada cultura «machista» de la isla, amenaza con derrotar a los partidarios respaldados por el Estado en un caso de apertura del Gobierno a un debate franco.
El proyecto del código de las familas, que incluye 100 páginas bajo escrutinio en reuniones de barrios en Cuba, reúne una serie de nuevas regulaciones sobre conducta familiar.
Además, examina varias leyes aprobadas en 1975 de la época del expresidente cubano Fidel Castro.
Fidel Castro reconoció en 2010 la persecución de los homosexuales en la isla, quienes fueron detenidos poco después de la revolución de 1959 y enviados a campos de trabajos forzados. Él admitió su responsabilidad personal y lo calificó como una «gran injusticia».
El nuevo texto legalizaría el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones civiles, permitiría que las parejas homosexuales adopten niños, duplicaría los derechos de las mujeres y promovería la distribución equitativa de las responsabilidades domésticas. También incluye novedades como los acuerdos prematrimoniales y el embarazo asistido.
Los padres tendrían «responsabilidad» en lugar de «custodia» de los hijos y estarían obligados a ser «respetuosos de la dignidad e integridad física y psíquica de los niños y adolescentes».
El texto dice repetidamente que los padres y los tribunales deben otorgar a los hijos que maduran más voz sobre sus vidas.
Pero un pronóstico sobre el resultado del referendo, previsto para algún momento del otoño boreal está lejos de ser seguro.
La Iglesia Católica Romana cubana ha arremetido contra el matrimonio homosexual, al señalar que la propuesta está plagada de «ideología de género» que amenaza la autoridad de los padres y conduciría al «adoctrinamiento de los niños en las escuelas sin el consentimiento de los padres».
Mientras, Granma, el diario del Partido Comunista, informó a mediados de marzo sobre una reunión de alto nivel donde los organizadores dijeron que con más de la mitad de las reuniones programadas hasta abril ya completadas, solo el 54% de los participantes había expresado su apoyo al nuevo Código.
Los referendos en Cuba suelen ser aprobados por abrumadoras mayorías, pero este puede enfrentar una batalla cuesta arriba a medida que se acerca la votación, dijeron expertos consultados por Reuters.
Bert Hoffman, experto en América Latina del Instituto Alemán de Estudios Globales y de Área, dijo que el Código era quizás el más progresista de América Latina en materia de género y derechos generacionales. Pero el texto fue compilado en gran parte por las autoridades estatales, en lugar de ser un movimiento de base, agregó.
«Todas las elecciones, todos los referendos, han estado bajo la guía del Partido Comunista o del liderazgo de Fidel Castro, y el resultado siempre fue un hecho, y ahora, por primera vez, el resultado es incierto», añadió.
Los defensores argumentan que las 46.000 reuniones vecinales celebradas hasta ahora sobre el tema, constituyen un modelo de proceso democrático.
«La gente tiene la posibilidad de plantear sus dudas o inquietudes», dijo Rafael Ortega, quien a principios de este año asistió a una reunión nocturna en el barrio habanero de Diez de Octubre. «Considero que esto es algo muy democrático», dijo.
El Código refleja la creciente influencia de las mujeres en la isla, donde están cada vez más representadas en el liderazgo político, según expertos.
Las mujeres ya encabezan casi la mitad de los hogares cubanos, según estadísticas gubernamentales, y constituyen más del 60% de los profesionales en el país caribeño.
Codificar esos cambios sería «revolucionario», dijo Mariela Castro, hija del exlíder cubano Raúl Castro, y apuntó que estaba convencida de que los cubanos aprobarían el Código.
«Realmente, lo nuevo siempre crea incertidumbre», señaló.
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