La Asociación Nacional de Hidrocarburos advierte que la paralización de la actividad de esta planta afecta 1.5 millones de hogares
Casi una semana lleva tomada la planta compresora de Camisea en Kepashiato, Cusco. Se trata de un grupo de más de 140 manifestantes que han dejado sin operar a una de las plantas compresoras de gas más importantes del país. Aseguran que esta medida radical es necesaria para poder ser escuchados por el gobierno de Dina Boluarte.
La planta compresora de Camisea representa 1/4 de la producción de gas a nivel nacional. En este sentido, la Asociación Nacional de Hidrocarburos advierte que la paralización de la actividad de esta planta afecta 1.5 millones de hogares. Además, 324 mil vehículos a gas también se ven afectados.
Este grupo de manifestantes exige la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso. Frente a ello, el ministerio de Energía y Minas aseguró haber coordinado con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú (PNP) para la pronta evacuación de los manifestantes.
No solamente está en riesgo la planta de Kepashiato sino además la planta de gas Malvinas donde se produce el gas natural para todo el país. También está en riesgo la planta de compresión de la transportadora de gas del Perú en Ayacucho y las zonas de bombeo en el VRAEM que alimentan toda la costa.
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