Doble crimen en ‘Pasamayito’: mujeres asesinadas habrían sido víctimas de trata de personas 

Haberse convertido en informantes de las autoridades habría sido el móvil para que Luisenys Eliana Araya Ochoa, de 18 años, y Wuiliany Levimar Bellorin Muñoz, de 24 años, sean asesinadas. Ellas dos, mujeres de nacionalidad venezolana, fueron halladas muertas en la vía Pasamayito que conecta San Juan De Lurigancho con Comas. 

“La hipótesis tiene cierto asidero porque en versiones de las mujeres rescatadas, estas víctimas habrían estado acogidas en algunos de estos lugares, en los cuales se ha realizado la intervención. Efectivamente, habrían sido víctimas de explotación sexual”, señaló el general Malaver a cargo de la investigación. 

Esta historia tiene origen en la organización criminal “Los Hijos de Dios”, una banda dedicada a la trata de personas. Como muchas mujeres, fueron contactadas con la promesa de obtener un empleo digno; sin embargo, terminaron siendo sometidas y esclavizadas sexualmente. 

Además del testimonio de otras agraviadas, la Policía Nacional encontró peluches similares a los que mostraba Wiuliany en sus redes sociales, en una de las viviendas que fueron intervenidas. 

Entre los detenidos figura Pedro José Leal Lizcano, quien sería uno de los que participó en el asesinato de las 2 jóvenes en Pasamayito. En las fotografías se muestra la cantidad de billetes, una pistola, joyas, celulares y municiones con los que se le encontró. 

En total se detuvo a 9 personas, y 13 mujeres fueron rescatadas tras haber sufrido una serie de abusos. “Engañaban a estas mujeres con la promesa de trabajar en fábricas, pero luego se encontraban con la realidad que era someterlas a la explotación sexual”, explicó la autoridad PNP. 

Las víctimas eran obligadas a prostituirse en vías como el jirón Zepita y los alrededores de algunos centros comerciales de la zona norte de la ciudad. Como castigo, si no cumplían con entregar el monto superior a los 300 soles semanales a los integrantes de la organización, eran castigas con impedimento de llamar por teléfono a sus familiares o enviadas a provincias.