Miguel Kuczynski consideró que el pedido de la Fiscalía no tiene sustento. Agregó que PPK, siendo ministro y primer ministro, “jamás ha recibido ni un centavo de nadie”.
La familia de Pedro Pablo Kuczynski no sabe qué más hacer para ayudarlo. Pues la Fiscalía presentó acusación fiscal contra el expresidente y solicita para él, nada menos, que 35 años de prisión, pese a tener casi 85 años.
“Él ya tiene 85. Así que, con 35 años de pena, llegaría a la edad de Matusalén. (…) De otro lado, estar encerrado en su casa y acusado de cosas que no tienen ningún sentido, no es la mejor cosa para su salud mental”, señaló Miguel Kuczynski en exclusiva para Latina Noticias.
El expresidente actualmente tiene comparecencia con restricciones. Está solo, su esposa está en Estados Unidos y sus hijas lo visitan de vez en cuando porque también viven en el extranjero. Para Miguel Kuczynski, su hermano no solo tiene la salud mental afectada, sino también la salud física.
“Tiene un problema del corazón desde hace 25 años y tiene una válvula artificial. Esa válvula se tiene que revisar y eso es algo que no se puede hacer en el Perú”, mencionó el hermano de PPK.
Michel, quien se encuentra en Inglaterra, regresará a Lima recién en dos semanas. Hace tres meses tampoco ve a su hermano, pero está muy bien enterado del proceso. Además, considera que el pedido de la Fiscalía no tiene sustento.
“Siendo ministro y primer ministro no ha recibido ni un centavo de cualquier consultoría ni directorio. No tiene nada que ver con lavado de activos. Esa acusación es una desgracia, es una vergüenza y hasta cierto nivel es una pena para ellos”, apuntó.
El proceso que se le sigue a Kuczynski es por haber recibido presuntamente a modo de coima una suma de al menos 12 millones de dólares por parte de Odebrecht. Esto, antes y después de ser ministro de Economía en el gobierno de Alejandro Toledo.
Pedro Pablo Kuczynski también parece verse implicado en el caso Interoceánica, pues según la acusación fiscal, PPK habría presentado a Marcelo Odebrecht y Jorge Barata ante Alejandro Toledo, en Palacio de Gobierno. Prácticamente, ahora su vida entera está en manos solo del fiscal José Domingo Pérez.
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