El embajador de la Unión Europea en México denunció recientemente que la iniciativa está obstaculizando la inversión porque podría poner trabas a los compromisos de las compañías para aumentar el uso de energía renovable.
CIUDAD DE MÉXICO, 21 ene (Reuters) – La secretaría de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, expresó el viernes a funcionarios de México su preocupación por el impacto de las reformas energéticas impulsadas en ese país, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador se mostró abierto a revisar la situación de las firmas afectadas.
Una iniciativa legal impulsada por López Obrador para otorgar mayor control al Estado en el sector eléctrico, criticada en círculos políticos y empresariales de la nación vecina, fue el tema central de la visita de Granholm a la capital mexicana, iniciada el jueves.
«En cada reunión, expresamos las preocupaciones reales de la Administración Biden-Harris sobre el posible impacto negativo de las reformas energéticas propuestas por México en la inversión privada estadounidense», afirmó la funcionaria en un comunicado, durante su segundo día de visita al país latinoamericano.
Granholm dijo que sus interlocutores le aseguraron que «México está comprometido con apoyar la energía limpia y resolver las disputas actuales con proyectos energéticos dentro del estado de derecho».
Más temprano, López Obrador explicó que durante la visita convino con la funcionaria revisar «caso por caso» la situación de empresas extranjeras disconformes con la reforma eléctrica, que se debatirá este año en el Congreso.
«Donde hay, consideran que hay, una injusticia, se revisan los casos; ellos tienen ya una lista, hay algunas empresas que están pidiendo que se les informe y lo estamos haciendo, tanto estadounidenses como de Canadá», dijo el mandatario en su habitual rueda de prensa diaria, y detalló que «son pocas».
La reforma, que implicaría cambiar la Constitución para favorecer a la empresa eléctrica estatal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fue impulsada por López Obrador como un asunto de seguridad nacional, argumentando que los gobiernos anteriores sesgaron el mercado a favor del capital privado.
Según el gobernante, Granholm entendió que el objetivo del gobierno mexicano es «desterrar la corrupción» que supuestamente permitió que empresas particulares del sector se vieran favorecidas en contratos leoninos para el Estado. Por su lado, el mandatario le expresó su «disposición al diálogo», detalló.
Antes de la visita, cuatro senadores demócratas instaron en una carta a la funcionaria y al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, a «expresar con más fuerza las preocupaciones» sobre la agenda energética de López Obrador, argumentando que era «antitética» a las relaciones bilaterales.
El embajador de la Unión Europea en México denunció recientemente que la iniciativa está obstaculizando la inversión porque podría poner trabas a los compromisos de las compañías para aumentar el uso de energía renovable.
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