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La muerte de un hombre autista palestino a manos de la policía israelí ha generado protestas de palestinos e israelíes, motivando comparaciones con la muerte del afroamericano George Floyd en Estados Unidos. Iyad al-Halaq, de 32 años, se dirigía a su trabajo como voluntario en una escuela para niños con necesidades especiales en la Ciudad Vieja de Jerusalén el 30 de mayo cuando la policía lo persiguió y lo mató a tiros, debido a sospechas de que llevaba un arma.

 

«El chico se entregó y se tendió en el piso como un bebé en el vientre de su madre», dijo Kheiry al-Halaq sobre su hijo, quien estaba desarmado según informó la policía. «Ellos derramaron la sangre de un joven inocente que no experimentó mucho de esta vida (…) Él era una de las criaturas más débiles de Dios», dijo su madre Rana al-Halaq en el dormitorio de su hijo, rodeada por sus posesiones y una fotografía.

 

La policía está investigando el tiroteo y dos agentes han entregado testimonio, dijo un portavoz policial.

 

 

Las protestas por la muerte de Halaq se han realizado en Jerusalén, Tel Aviv, Belén y la Cisjordania ocupada, donde los manifestantes encendieron velas y gritaron «Las vidas palestinas importan», en lo que llamaron un acto de solidaridad con los afroamericanos estadounidenses.

 

El artista palestino Taqi Spateen ha pintado murales de Floyd y Halaq en una muralla de concreto que Israel construyó en partes de Cisjordania. La pintura de Halaq tiene escrito en inglés «No solo Floyd. Iyad Hallaq también». El grupo israelí de defensa de los derechos humanos B’Tselem dice que de los 133 palestinos que han muerto por acción de las fuerzas israelíes en 2019, 56 «no participaban de hostilidades» y 28 eran menores de edad.