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Por Marcela Ayres

BRASILIA, 11 ene (Reuters) – La inflación anual en Brasil terminó 2021 en un máximo de seis años de 10,06%, mostraron el martes los datos del Gobierno, muy por encima del límite superior del rango objetivo del banco central debido al aumento de los precios del combustible y la energía.

A pesar de la desaceleración desde los 12 meses hasta noviembre, cuando alcanzó el 10,74%, el aumento en el índice de precios al consumidor de referencia IPCA fue el mayor en un año calendario desde 2015, dijo el servicio de estadísticas IBGE, mientras que superó ligeramente el pronóstico promedio de 9,97% en un sondeo de Reuters a economistas.

El índice subió un 0,73% solo en diciembre, dijo IBGE, por encima del pronóstico de 0,65% de un sondeo de Reuters, impulsado principalmente por los precios de la indumentaria, que crecieron un 2,06%.

La percepción final del 2021 es que la tasa de inflación rebasó tanto el objetivo de fin de año del banco central de 3,75% como el límite de 5,25% de su rango de tolerancia.

Por ley, el presidente del banco central de Brasil, Roberto Campos Neto, tendrá que escribir una carta abierta explicando por qué las autoridades superaron el margen de tolerancia del objetivo. Es la sexta vez que sucede desde que se creó el actual régimen de metas de inflación en 1999, la anterior en 2017.

El transporte fue el principal responsable del fuerte aumento de precios en la economía más grande de América Latina el año pasado, con alzas anuales de 21,03%, impulsadas por el avance de 49,02% en los precios de los combustibles a lo largo de 2021.

Los precios de la vivienda también contribuyeron al resultado general, con una alza anual de 13,05%, afectado por un aumento de 21,21% en la electricidad.

La inflación acelerada empujó al banco central de Brasil a uno de los ciclos de aumentos de tasas de interés más agresivos del mundo el año pasado, elevando el tipo Selic de referencia a 9,25% en diciembre desde 2% en marzo.

Las autoridades del banco central ya han indicado que aplicarán otro aumento de 150 puntos básicos en febrero y dijeron que el endurecimiento de las condiciones monetarias del país podría extenderse hasta que las expectativas de inflación vuelvan a la normalidad.

Los analistas esperan que la inflación y las tasas de interés más altas sean un lastre para la economía brasileña en 2022, lo que afectará la demanda de los hogares y desalentará las inversiones corporativas.

(Reporte de Marcela Ayres. Editado en español por Marion Giraldo)