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11 nov (Reuters) – Un dramaturgo cubano que encabeza la convocatoria de protestas anunciadas para el 15 de noviembre en la isla dijo el jueves que caminará solo, en silencio y sosteniendo una rosa blanca, el día antes de la marcha planeada para mostrar la naturaleza no violenta del movimiento.

Disidentes en la isla, organizados bajo un grupo de Facebook llamado Archipiélago, solicitó permiso en septiembre para realizar los mítines. Las autoridades cubanas declararon ilegales las marchas y alegan que los manifestantes están trabajando con Estados Unidos para derrocar al gobierno.

Yunior García, fundador de Archipiélago, ha rechazado los argumentos y escribió en una publicación de Facebook que, no obstante, el espectro de la violencia lo había llevado a cambiar sus planes.

«No estamos dispuestos a que se derrame una sola gota de sangre, en ninguno de los lados de este conflicto», dijo García.

«El domingo 14 de noviembre realizaré una marcha en solitario, en nombre de todos los ciudadanos a los que el régimen ha privado de su derecho a manifestarse el 15N», escribió.

García no dijo si marchará o no el 15 de noviembre.

El anuncio llega pocas horas después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, convocó el miércoles a diplomáticos extranjeros en La Habana, dejando en claro que el país no permitiría las protestas.

El gobierno ha alegado que García busca un enfrentamiento entre los cubanos y las fuerzas de seguridad del país.

«No lo vamos a permitir, de ninguna manera», dijo el canciller. «Usaremos nuestras leyes, con estricto apego a nuestra Constitución», señaló.

Los mítines planificados han tocado un tema primordial para la economía doméstica porque se han anunciado el mismo día en que Cuba, golpeada por las sanciones de Estados Unidos y por la pandemia de coronavirus, reabre sus fronteras al turismo internacional.

El país ha vacunado a casi toda su población con medicamentos de cosecha propia y dice que los casos de COVID-19, así como las muertes, han disminuido drásticamente.

Varios otros grupos organizados bajo la bandera de Archipiélago habían comenzado ya a reducir sus planes iniciales para una marcha el 15 de noviembre. Algunos han pedido que sus simpatizantes se filtren en la calle, vestidos de blanco, pero que se abstengan de marchar juntos.

El movimiento también ha pedido un «cacerolazo», un método tradicional de protesta visto en otros países de América Latina, en las tardes del 14 y 15 de noviembre en una muestra de solidaridad con los manifestantes.

Otros grupos han pedido a seguidores vestirse de blanco o que cuelguen sábanas blancas en balcones o ventanas para mostrar su apoyo.

García pidió a la diáspora cubana, en varias ciudades del mundo, que impulse los planes de las manifestaciones y dijo que su decisión no debería afectar a sus compañeros disidentes en la isla caribeña.

«Que cada quien encuentre maneras ingeniosas y pacíficas para lograr expresarse sin dar pie a que se desate la violencia contra ellos, contra nadie», dijo en su publicación de Facebook.