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Con la aparición del coronavirus en China, uno de los primeros países en tomar medidas en contra de la pandemia fue Vietnam, en gran parte debido a la sospecha de que el gobierno chino no brindaba información real de los efectos de la enfermedad. Es por eso que a inicios del mes de enero impusieron en todo su territorio una de las cuarentenas más estrictas del mundo, que llamó la atención del mundo entero, pero parece que los resultados demuestran que fue una buena decisión.

Y es que, según los datos oficiales, Vietnam habría registrado menos de 300 contagios y ninguna muerte desde el inicio de la pandemia hasta este último fin de semana, en el que decidió levantar progresivamente la cuarentena. Aunque las aglomeraciones de personas continúan prohibidas y se fomenta el uso de mascarillas, el régimen comunista permitió reabrir algunas empresas, sobre todo en Hanoi y ciudad Ho Chi Minh.

Expertos han aplaudido las decisiones tomadas por el gobierno vietnamita adelantándose a una posible desgracia, entre las que se encuentran: la rápida prohibición de los viajes desde China, la suspensión de las escuelas incluso antes de registrar cualquier infección, la puesta en cuarentena de decenas de miles de personas, el empleo del amplio aparato del Partido Comunista para comunicar las medidas de distanciamiento y el rastreo de los contactos de los pacientes de Covid-19.