Tras su retorno de Estados Unidos, donde se presentó en la Asamblea General de la ONU, el mandatario encabezó la ceremonia por el Día de las Fuerzas Armadas del Perú.
El presidente Pedro Castillo lideró este viernes 24 de septiembre la ceremonia en homenaje al Día de las Fuerzas Armadas del Perú. En su mensaje, el mandatario emplazó a las autoridades de todos los niveles a dejar de lado las rencillas y acusaciones, y asumir los desafíos que están por venir.
«Trabajemos con unidad, compromiso y responsabilidad. La estabilidad de la democracia está en la capacidad de dialogar, por encima de nuestras diferencias, dejando de lado las rencillas y las acusaciones, aprendiendo de los errores del pasado. A medida que hacemos frente a los desafíos del futuro, dejando de lado las rencillas y las acusaciones», expresó el dignatario.
El jefe de Estado estuvo acompañado del presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres; el ministro de Interior, Willy Huerta y el ministro de Defensa, Richard Tineo. Asimismo, también estuvo presente el presidente del Congreso de la República, José Williams Zapata.
En su primer evento tras retornar de Estados Unidos, donde acudió a la Asamblea General de las Naciones Unidas, Castillo Terrones anunció una serie de medidas que alcanzan al personal de las Fuerzas Armadas: Ejército, Fuerza Aérea y Marina de Guerra.
«A partir del mes de octubre se firmará un decreto supremo para aumentar en un tercio, de 8 a 12 soles, el concepto de alimentación para el personal de tropa de las Fuerzas Armadas, lo cual beneficiará a miles de jóvenes que prestan servicio militar voluntario», aseveró.
En su presentación en la Asamblea General de la ONU, el presidente de la República, Pedro Castillo, expresó que América Latina viene sufriendo los impactos de una inflación global, ocasionada por la guerra en Ucrania y la pandemia, que merman el crecimiento de la región y los esfuerzos por reducir la pobreza.
En su intervención, el mandatario mencionó que es urgente alcanzar una solución pacífica entre Ucrania y Rusia para normalizar, entre otros asuntos, el comercio de granos y fertilizantes, “cuya carencia está agobiando a los agricultores más pobres del mundo en desarrollo”.
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